Llegar hasta la última rosa

La austeridad del templo de la Asunción tanto en su diseño como en la ejecución es una característica a resaltar sobre esta iglesia del municipio

22 sep 2019 / 12:32 H.

Esta es la penúltima colaboración que dedicamos a Albnachez de Mágina (en otros tiempos, Albanchez de Úbeda) y para muchas personas Albanchez, sin más, y ya les comunicamos desde Diario JAÉN, “algo más que un periódico”, la decisión sin motivos inconfesables de ir haciendo un recorrido informativo por las localidades que se integran en la comarca de Sierra Mágina. y le corresponde al municipio de Torres, no por ninguna orden, sino porque...porque... quien esto escribe lo decidió y quienes “deciden más” les pareció bien. Pues dicho y hecho. De Albanchez nos quedan esta colaboración y otra más. En la Iglesia de la Asunción, patrona de Albanchez, es de traza renacentista con la dignidad de la sencillez, expresada en la obra de este diario provincial dentro de “Jaén y sus cien pueblos”. La austeridad del templo citado tanto en el diseño como en la ejecución es una característica a resaltar en el diseño y la ejecución. Sobria fachada en el muro norte con arco de medio punto cuya clave está marcada por una ménsula y que apoya en impostas sobre jambas. Un entablamento es el remate de la portada. Tres naves en la estructura interior, siendo la central de más anchura. La citada nave resalta en la columna exterior porque poseé una mayor altura. Las columnas separan los espacios interiores y también las semicolumnas coronadas con capiteles toscanos. Una bóveda de medio cañón cubre el prebisterio, que es plano. ¡Una joya de verdad! San Francisco de Paula, el patrón, de este pueblo y devoción hacia la asunción y hacia el santo varón hay a raudales porque pese a las convulsiones actuales de variado tipo, no se olvidan en ese lugar. De Mágina y en otros muchos, quizás aquello de “a Dios rogando y con el mazo dando” porque estamos seguro saben desempeñar su importante papel de válidos interceptores. ¡Ahí es nada!

Caminemos ahora hacia...los hachones y “la soga de los milagros”. Los albanchezinos “hay quienes optan por decir albanchurros”), celebran las fiestas de su patrón en mayo, pero el 25 de abril se conmemora un voto antiguo muy popular de ayuno general y llega el rito de los hachones que consiste en untar con pez hirviendo unas antorchas hechas con esparto verde, lo que tiene lugar en la plaza pública por quienes son denominados comisarios de la fiesta. Los hachones arderan posteriormente en honor del patrón. El 17 de enero es la fiesta de San Antón cuando se encienden las lumbres. También consignaremos que cada 20 de enero era cuando de una forma muy peculiar se festejaba hasta principios de siglo a San Sebastián, santo que fué copatrón de Albanchez. En lucitada celebración la imagen semidesnuda era vestida con buñuelos. Recordamos el viejo dicho “de los santos frioleros, San Sebastían el primero”. Y el 2 de febrero la fiesta de la candelaria, que en bastantes lugares es conocido como “el día de las roscas”. Por lo que respecta al Domingo de Ramos, la costumbre de enterrar a “la soga de los milagros” con tantos nudos como credos se habían rezado en los días de cuaresma. El Domingo de Resurección las novias preparaban hornazos para los novios y de ahí viene lo de “quien no prepara el hornazo no prueba el turrón”. En primavera llegan “los mayos”, canciones populares con letra y música “primorosas”. Es cuando se baila la airosa jota de Albanchez. Y por San Juan, los mozos enamorados premian de flores a sus mozas. ¿Existe aún la costumbre en Albanchez de comer las llamadas “gachas blandas”? Son o eran degustadas para guardar en calor contra “el frío mañanero” cuando es la época en la que se recoge la aceituna. ¡Bien!, hasta aquí llegó la penúltima colaboración ligada a Albanchez. Con toda seguridad que hemos venido poniéndo el máximo interés en ofrecer algo que...si no lo hemos logrado fue porque “no pudimos o no supimos”, pero nunca porque “no quisimos”.

¿Dedicatoria en esta oportunidad?, pues... a quienes han “soportado estoicamente” nuestros escritos. Con seguridad que, sino se quejaron fue porque “son más buenos que el pan”, aunque aseguramos que si se quejan no nos vamos a contrariar porque recordamos que cada cual debe ser o es libre para opinar, eso si, siempre sin olvidar lo de “respete para ser respetado”. Una petición de quien esto escribe: ¡por favor! no se pierda la “última colaboración” y no solo por aquello de “bien está lo que bien acaba”. Es porque escribir de la “última rosa” y de su valiosa autora no es “una cosa cuaqluiera”. Por eso, compartan con nosotros la laegría, no porque dejamos de escrbiri de Albanchez, sino porque siempre es un placer hacerlo, mucho más cuando acabaremos entre dos rosas, el título de un libro y quien lo escribió, aunque Rosa no es su nombre. “Ojalá nos veamos hoy mejor que mañana, a ser posible en la fuente de Hutar o donde se encontró el milagro de Albanchez de la via Mentesa-Tugia. ¡Que San Francisco de Paula y la Virgen de la Asunción nos bendigan! Así sea.