La Fiesta de los Jornaleros

Una festividad en honor del Cristo de la Vera-Cruz, relacionado con la sequía y que se celebra cada año el domingo más próximo al 20 de mayo

15 dic 2019 / 11:45 H.

Hicimos un paréntesis, el pasado domingo, para recordar que el 25 de noviembre de este año, se cumplieron 384 años desde que Mancha Real se llama así. Eso sucedió en la festividad de Santa Catalina de Alejandría, en el año 1635. Desde entonces, la Mancha comenzó a denominarse Mancha Real, porque Felipe IV había pasado por la Mancha, once años antes. Los justicias de esta villa acordaron lo que nosotros conocemos como “añadir el apellido real a la Mancha” y, hasta ahora. Eso sí, que sepamos nunca, nunca, nunca... se celebró este importante aniversario. Lo que no vamos hacer ahora es entretenernos en buscar culpables del por qué no se celebra este hecho histórico y menos en estos tiempos de “pocas pausa y muchas prisas”.

Por eso, de nuevo, otra colaboración relacionada con Torres, municipio del que, gustosamente, venimos escribiendo hace varios domingos en “Diario JAÉN, algo más que un periódico”. Corresponde en el inicio la dedicatoria que hacemos de la presente colaboración. La explicamos: vive en Mancha Real desde hace unos años, una mujer joven, una señora nacida en Lanjarón que, un buen día vino a Mancha Real a trabajar cuidando personas mayores y, debemos ser sinceros y lo somos, cuando afirmamos que Antonia, Toñi para los familiares, amigos, vecinos y conocidos, Antonia Gutiérrez Montes es una persona encantadora, formal y risueña, que cumple con su trabajo a “pies juntillas” y que, cuando su oficio se lo permite, pocas veces, dedica el descanso para estar con sus seres queridos. Escucha, observa, ve, comenta... la actualidad del momento, encantándole las informaciones que sean referentes a la cultura, historia, costumbres y tradiciones. Es un diez para todo. Y, como decíamos, esta dedicatoria está plena de amistad, respeto y admiración para una persona que ojalá pueda con esta nueva colaboración, conocer más y mejor el municipio de Torres.

Sin perjuicio de que, con el transcurso de los días llegue a conocer lo que contienen los pueblos de la comarca de Sierra Mágina, incluso de las demás ciudades y pueblos de la provincia de Jaén. Juventud tiene, ganas también. Suerte Toñi en el conocimiento de la historia en tu vida y tu trabajo y en todo lo que te aporte, porque lo mereces. ¿Cuál es la colaboración de hoy relacionada con Torres? Jesús de la Columna y fiesta de los jornaleros, que es en septiembre cuando se celebra y cuyas raíces llegan al siglo XVI, aunque por entonces eran muy diferentes a las de ahora. Se llamaba “Fiesta de los mozos” y se celebraran en honor de la Virgen de la Cabeza. Corrida de toros y, terminada la lidia, los mozos vendían la carne y la piel del toro. ¿El dinero de la recaudación? Para el sostenimiento de la cofradía de la Virgen. Con el paso del tiempo, lamentablemente, fue perdiéndose la devoción a la Virgen, fe que pasó a Jesús de la Columna, imagen que en Torres se veneraba desde el siglo XVIII, por los milagros que a dicha imagen se le atribuyen. La devoción citada arranca en Torres por los relatos de una señora que aseguraba tener sueños en los que veía al Cristo, entre las bóvedas de la iglesia parroquial, lo que comunicó a las correspondientes autoridades eclesiásticas.

Otra devoción torreña, la del Cristo de la Vera-Cruz, figura que en el pueblo siempre estuvo relacionada con la sequía, a la que se encomendaba la población cuando faltaba la lluvia y amenazaba la cosecha. Se hacían rogativas y se sacaba en procesión al Cristo. La talla desaparecida fue realizada en madera de sauce por el entallador Juan de Reolid, en 1554. En la veneración a dicha imagen está el origen de las actual Fiesta de los jornaleros. Añadiremos que también Juan de Reolid fue el autor del plano de Mancha Real cuando el pueblo se fundó, unos años antes.

Muchos milagros se atribuyeron al Cristo de la Vera-Cruz, relacionados en gran porcentaje con los campos, cultivos, la lluvia, la sequía, los jornaleros, entre otros. Sin olvidar, los rezos y donativos. Es la devoción popular, es la devoción de Torres a su Cristo, el denominado “de los jornaleros”. Esta fiesta de “profundo sabor torreño”, cada año tiene su celebración en el domingo más próximo al 20 de mayo. Es sufragada por los propios torreños y de su organización se encargan, principalmente, cuatro personas, nombradas cada año. Ellos son los llamados “hermanos del señor”. Curiosa, devota, piadosa, singular, tradicional, religiosa, costumbrista, popular fiesta que congrega, junto a los habitantes de Torres, a personas llegadas de muy diversos sitios. La próxima colaboración deseamos que sea sobre “Iglesia y palacio”. Hasta entonces, afectuosos saludos.