Contra la islamofobia

14 sep 2019 / 13:28 H.

Dentro del balance que otorgan los derechos humanos sobre la inmigración, vemos un deterioro ideológico en aquellos sectores de la población, incluida la ultraderecha, que determina un racismo cultural. Yo, que soy licenciada en filología árabe por la Universidad de Granada, y que estoy haciendo mi tesis doctoral, en la Universidad de Sevilla, sobre la poetisa Widad Ben Musa, defendiendo los derechos humanos de las mujeres marroquíes, fui formada en mi carrera universitaria por misioneros franciscanos y agustinos que conocían la lengua árabe. En Europa uno de sus rasgos característicos es la criminalización del Islam. Los partidos de ultraderecha son islamófobos, culpando al islam de todos los males. En este sentido se los acusa con razón de ser organizaciones de carácter racista. Pero no se trata del burdo racismo de viejo cuño que defiende la superioridad de una raza (la blanca) sobre supuestamente otras (la negra, los judíos...). Se trata de un racismo cultural que alerta del peligro de la destrucción de Europa y sus hipotéticos valores. Valores, que no son para ellos los del mestizaje, la interculturalidad, la democracia o los derechos humanos.