Voluntarios por un espacio limpio

Al cuidado de la naturaleza. Esta es la iniciativa que han tomado algunos ciudadanos de la capital de manera desinteresada para mantener algunas zonas verdes que rodean la capital limpias.

Las redes sociales se han hecho eco en los últimos días de cómo algunas zonas como el Parque de la Granja, la zona verde junto al colegio Alto Castillo, o los merenderos de Río Frío, en Los Cañones, se han convertido en lugares donde la suciedad se concentra después de que los visitantes que acuden a la zonas, en especial el fin de semana, a pasar la tarde, dejan la suciedad con el consiguiente deterioro que estos pulmones de la cuidad puedan sufrir.

Dos de estos voluntarios que han acudido a limpiar, de forma desinteresada y sin pedir nada a a cambio, a los merenderos de Los Cañones son Irene Aguilar y Sergio Espinosa. “Vimos a través de varias imágenes de Facebook cómo estaba de sucia la parte de los merenderos de Río Frío y al día siguiente decidimos subir para limpiarlo”, confiesa Aguilar, quien añade que cuando llegó el panorama era peor de cómo se lo había imaginado: “Era una pena el panorama que había cuando lo vimos con nuestros ojos, era desolador y nos dio mucha pena”. A partir de ahí, tanto Aguilar como Espinosa se pusieron manos a la obra y empezaron poco a poco a recoger restos de todo tipo.

Tuvieron que armarse de paciencia porque había desde botellas, cristales rotos y bolsas de plástico hasta mallas metálicas, pinzas de barbacoa y troncos quemados —ellos acudieron el pasado fin de semana, poco antes de que se activara el pasado lunes la prohibición de encender fuego en zonas naturales hasta el mes de octubre— hasta un tambor de lavadora: “Me quedé impresionada cuando vi el tambor, aunque me imagino que alguien lo habrá tirado en algún lugar y una riada lo arrastraría hasta ahí, quiero pensar eso”.

Tuvieron una larga tarde de trabajo, hasta el punto de que llenaron siete bolsas de basura: “Al final nosotros no lo hicimos bien; nos vimos un poco agobiados, tuvimos que llevar entre los dos las siete bolsas que trajimos al coche y llevarlas hasta los cubos de basura que hay al principio del camino que lleva a Los Cañones, pero es vergonzoso que no se ponga, aunque sea, una persona física o guardia forestal que amenace con multas porque esta zona es la que utilizan aquellas personas que no puedan ir a la playa, y más ahora con el tema del confinamiento”, asegura Aguilar.

Por su parte, desde el Ayuntamiento se apunta que esta zona es de propiedad privada y están tratando de expropiar dicha zona porque se tiene en mente el proyecto de construir un área recreativa o un parque para los niños. Mientras tanto, seguirá siendo responsabilidad de todos mantener cuidadas estas zonas: “Queremos organizar más patrullas para al menos vigilar que los merenderos continúen limpios, pero es verdad que aquello necesita un arreglo, apenas hay barandillas y por algunas partes da vértigo pasar”, sentencia esta vecina jiennense. Las ganas de salir no deben cegar la limpieza de la naturaleza.