Vida en la judería con huertos

“Estudio atope” recibe un galardón de la Universidad de Sevilla por su proyecto para recuperar un solar

09 dic 2015 / 16:41 H.

Que el turismo es uno de los motivos por los que hay que reactivar la judería de la ciudad, no se le escapa a nadie, pero en ese esfuerzo, la dinamización cultural y la implicación de sus vecinos son otros de los objetivos que no hay que perder de vista. Por ello, los arquitectos de “Estudio atope” presentaron su propuesta para crear un huerto urbano y ganaron el II Concurso de Ideas de la Cátedra Metropol-Parasol de la Universidad de Sevilla, en su categoría general. El premio de 1.500€euros está patrocinado por Setas de Sevilla y la Asociación Empresarial de Hoteleros de la ciudad y la provincia.

Una de las integrantes del grupo, María Toro (el resto son Manuel García, Luis Peláez y Andrés Toro), recuerda que la idea la llegaron a trabajar previamente en el colegio de San Andrés con la creación de un taller de arquitectura en 2013. “En abril de 2014 lo defendimos con otros colectivos como Iniciativas, andamios para las ideas y Círculo Ánimas con el fin de recuperar un solar de la judería”, explica Toro, quien recuerda que se trata de un espacio que es propiedad de Somuvisa. “Así, la investigación de campo es más sencilla y los trámites menos duros”, aclara.

El proyecto pretende rescatar esta “olvidada” zona histórica de la ciudad con actividades de dinamización: culturales, de ocio y turísticas. “Un lugar en el que hay un colegio cerca y el APA III”, dice. “El objetivo es buscar una alternativa que dinamice la zona y que estuviera comprometida con la calidad de vida de los ciudadanos, los usuarios y los turistas”, explica la arquitecta de “Estudio atope”. Asimismo, defiende el “carácter reversible” de la idea. “Con los huertos se quiere hacer una reminiscencia a los que existieron en este barrio en el siglo XIX y que se perdieron con el tiempo”, apunta Toro. Pero la iniciativa pretende ser, ante todo, beneficiosa para sus vecinos; para ello, Toro subraya la posibilidad que ofrece desde el punto de vista de la empleabilidad. “Económicamente es un proyecto viable, ya que se pueden organizar talleres de hortoculticultura y de educación urbana”, explica.

Además, el solar contaría con unos contenedores en los que se instalaría una cafetería. “Aquí trabajaría un equipo multidisciplinar. Este local vendría muy bien a la zona también, porque no hay y, además irían los trabajadores de las instituciones públicas”, apunta la profesional, quien resalta otra ventaja: “Se autoabastecerían con los productos de la huerta y se introducirían actividades culturales”.

Con la garantía de haber logrado un reconocimiento con su proyecto, desde “Estudio atope” pretenden establecer una relación con el Ayuntamiento para ponerlo en marcha. “Hay otros colectivos con otras ideas, somos muchos los interesados, pero hay que reunirse”, indica María Toro. Asimismo, cita la iniciativa municipal “El jardín secreto” en el que quieren saber si es posible encajarlo con el suyo.