Verano en la capital en tiempos de coronavirus

La ruta de los chalets de Jaén abre las puertas de su casa a Diario JAÉN

16 jul 2020 / 13:56 H.
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Con la llegada del verano, las altas temperaturas y la temporada vacacional, los hábitos ligados a esta temporada comienzan a llegar, pero, este año, ante una situación atípica y es que, no se ha de olvidar que estamos ante una pandemia mundial producida por la covid-19. Por tanto, muchas han sido las dudas y suposiciones que se han creado sobre cómo sería el verano 2020. Tras la suspensión generalizada de las ferias y fiestas, festivales y grandes reuniones, todo apuntaba a que las piscinas serían las siguientes tachadas de la lista de planes, pero, sin embargo, con ciertas medidas de higiene y seguridad, muchas han sido las que han abierto al público o, de manera privada, han conseguido reunir a la familia para “darse un chapuzón”, aunque más tarde que otros años.

En Jaén, son bastantes las familias que, durante los meses de verano, deciden abandonar la ciudad para esconderse en los rincones entre montañas y tranquilidad que proporcionan los chalets y urbanizaciones de los alrededores de la capital, en los enclaves de Jabalcuz, Puente Nuevo, Puente Tablas, Puente Jontoya o Puente de la Sierra, entre otros.

Verano en la capital en tiempos de coronavirus

La primera parada tiene lugar en la Urbanización Jerez, en Jabalcuz, de la mano de su presidente, Iñaki, quien nos adentra en un “pequeño paraíso”. En él, se encuentra una gran zona verde a modo de merendero, fuentes y una gran piscina en el centro, acompañada de un agradable chiringuito para refrescarse también el paladar. Los vecinos, lejos del ambiente costero, comentan que están en un paraíso natural y, los más importante, en Jaén. Su presidente explica que, al ser una población tan reducida en un espacio tan mayúsculo, resulta poco complicado mantener las medidas de higiene y seguridad establecidas por el Gobierno, y que, aun así, ellos prefieren aumentar la distancia establecida en el Boletín Oficial del Estado para prevenir cualquier tipo de contacto. Sin necesidad de turnos de acceso, reducción de aforo ni medidas extraoficiales, niños, padres, madres, jubilados y personas de todas las edades en general, se reúnen en este enclave natural de la provincia, donde además de pasar un rato de baño placentero, pueden disfrutar de pistas de pádel, parque para niños, columpios y chiringuito.

Verano en la capital en tiempos de coronavirus

La hoja de ruta por los chalets de Jaén continúa en Puente Nuevo, en la finca de la familia Ortiz, escondida de la multitud, pero abarrotada de forja, hecha por el propio Antonio Ortiz, “el abuelo”, que según indica, “somos más de 35 cuando nos reunimos entre hijos, hijas, nietos y bisnietos, incluso 38 cuando se añade alguna pareja más”. Allí, se encuentran los nietos más pequeños, dándose un baño, y las hijas y yernos a modo de supervisión, conversando y pasando las horas calurosas de la tarde. A pesar de no ser una piscina pública ni comunitaria, también insinúan haber tenido cierta incertidumbre sobre si las reuniones familiares iban a ser posibles ante la situación de pandemia y si la piscina del abuelo, como las más “peques” llaman, iba a ser, un año más, el sitio de reunión y desconexión familiar.

Verano en la capital en tiempos de coronavirus

A escasos kilómetros de la capital, se encuentra otro de los puentes de Jaén: Puente Jontoya, donde se recibe a más de 3.000 residentes en la época de estío. Con más de 200 apartamentos, el presidente de la asociación de vecinos de Puente Jontoya, Manuel Zapata, es quien se encarga, junto a sus animales, de contar cómo es el verano en ese lugar, exaltando la comodidad que proporciona vivir en dicha zona, tan cerca y a la vez tan lejos de la ciudad. Con respecto a la situación actual, comenta que allí “no existen problemas de espacio. Seguimos manteniendo nuestros hobbies, lo que nos gusta, pero muy distinto a un piso”.

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Y, para concluir, le toca el turno a Puente Tablas. Junto al importante yacimiento arqueológico, Oppidum Ibérico, también conocido como Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas, se encuentra el enclave poblacional dependiente de Jaén, otro de los lugares favoritos por los jiennenses para pasar los meses de verano y desconectar de la cotidianeidad. José María, junto a su mujer, abren las puertas del hogar en el que viven, rodeados de jardín, tranquilidad y unas vistas maravillosas. Cuentan que, como personal sanitario, el vivir en esta zona “ayuda a relajarse y olvidarse un poco de lo que está ocurriendo”.

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