Una visita al pasado jiennense

Alumnos de “El Valle” conocen el yacimiento arqueológico de Puente Tablas

09 nov 2016 / 10:34 H.

Bien abrigados en una fría y soleada mañana, un grupo de alumnos del IES El Valle conocieron, “in situ”, los restos de uno de los mejores exponentes de la cultura ibera. Atentos a los profesores Miguel Ángel Lechuga, Carmen Rueda y Ana Belén Herranz, del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén (UJA), los adolescentes tuvieron la oportunidad de poner a prueba su imaginación para recrear la historia que aprenden en las aulas. Sin embargo, los jóvenes lo tuvieron fácil gracias a la divulgativa charla de los investigadores. “En registro arqueológico tenemos datos del tipo de vegetación que había y los recursos con los que trabajaban estos habitantes”, les explicó Lechuga, para indicar que la primera ocupación en el Oppidum de Puente Tablas se fecha en la época del final del bronce. “Estamos en la prehistoria”, contextualizó.

De esta forma, el docente universitario indicó a los visitantes que los residentes de entonces vivían en casas circulares. “Como en las pelis. A finales del siglo VII a. C. todas estas chozas acaban concentrándose dentro del oppidum donde se construye, por primera vez, una línea de fortificación que delimita el área de hábitat de la ciudad”, manifestó Miguel Ángel Lechuga. En su explicación previa también apuntó uno de los grandes cambios producidos en el interior: “Hay un urbanismo y las casas pasaron a ser cuadradas. Las calles estaban muy bien trazadas a diferencia de un pueblo medieval”, comparó gráficamente.

En su explicación Miguel Ángel Lechuga hizo partícipes a los jóvenes estudiantes: “La ocupación en Puente Tablas duró hasta la II Guerra Púnica. ¿Os suena? Sí —dijeron algunos alumnos— ¿Quiénes lucharon? —preguntó el investigador— “Cartaginenses y romanos” —respondió un alumno—.

Para demostrar que las poblaciones ibéricas no vivían dispersas, sino en oppidas nuclearizadas, Lechuga señaló que la densidad de población en la zona del Guadalbullón —la de Puente Tablas— era “bastante elevada”. “Al oeste, se ve el Oppidum de Atalayuelas; en dirección a Jaén, debajo de las faldas del Castillo, estaba el Oppidum de Jaén, que son los más cercanos; en La Guardia estaba el Oppidum de Mentesa Bastia; en el norte, donde está Mengíbar, se encontraba el Oppidum de Iliturgi”, explicó el profesor señalando cada zona.

Después, descendieron hasta el yacimiento, donde conocieron la evolución de la muralla que delimita el oppidum y que era un símbolo de prestigio y defensa. Luego hicieron paradas en la entrada, en el santuario y en los diferentes elementos interiores. Finalmente, accedieron al centro de interpretación para conocer más sobre esta cultura.

Un divertido juego para demostrar conocimientos sobre los mamíferos

Un centenar de estudiantes de Secundaria de los centros IES Santa Catalina y Altocastillo participaron en el taller didáctico de juegos con “Evopuzzles”. Titulada “De los dinosaurios al hombre”, la iniciativa muestra la secuencia evolutiva de los mamíferos desde la extinción de los dinosaurios hasta la actualidad, así como su origen y su variada distribución en las distintas partes del mundo a lo largo de varias épocas temporales. “La práctica consiste en la mezcla de jugar y aprender mediante la formación de un puzzle, de manera que sea atractivo para niños y jóvenes”, explica Ramón González Ruiz, diseñador de los “Evopuzzles” y profesor del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Jaén. Al situar las piezas correctamente y con una guía complementaria, el alumnado obtiene una amplia información que le permite contestar un breve cuestionario de preguntas en torno a las especies de mamíferos.