Una mujer con tres niños pide ayuda para evitar el desahucio
Neiva Celdrán ocupó en marzo la casa, que es propiedad municipal


Neiva está empezando a embalar sus pertenencias. “Por lo que pueda pasar”, dice esta vecina de la capital, de tan solo 27 años. Ha empezado a empaquetar la ropa de invierno de sus tres hijos —unos gemelos de 7 años y otro niño de tan solo 4—. Poco a poco, el que ha sido su hogar durante los últimos siete meses se está llenando de bultos. En principio, esta familia tiene que abandonar la casa el próximo 8 de septiembre, a las once de la mañana. Es la fecha marcada para que una comisión judicial ejecute el desahucio que ha ordenado la Justicia, a instancias del Ayuntamiento, que es el propietario del piso. “No tengo dónde ir”, dice esta madre separada y que recientemente ha presentado una denuncia por malos tratos contra su anterior pareja. Por eso, Neiva pide ayuda urgente: “Me voy a ver en la calle con mis hijos”.
No es la primera vez que esta joven jiennense se ve en una situación similar. En febrero de 2013, cuando todavía estaba casada, el matrimonio dejó de pagar la hipoteca y el banco culminó los trámites para desahuciarlos. Finalmente, consiguieron una prórroga de dos años y lograron conservar el piso. Después, Neiva se separó y se fue a vivir a la casa de sus padres, en la calle Chartres. Se llevó a sus tres niños pequeños. Sin embargo, la desgracia se cebó con la familia y ese piso ardió completamente en enero de 2016. Los Bomberos tuvieron que rescatar a uno de sus hijos pequeños, que estuvo hospitalizado varios días. Además, lo perdieron prácticamente todo. La sociedad jiennense se volcó con ellos y comenzó una campaña (“Todos con Neiva”) para recaudar ropa, juguetes, pañales y material escolar.
En marzo de este año, la joven jiennense decide marcharse de la casa familiar: “Vivíamos nueve personas y no cabíamos. Me enteré de que había una vivienda del Ayuntamiento que estaba vacía y entré”, confiesa. Es el piso ubicado en el número 4 de la calle Arcos de los Dolores. Se trata de un inmueble propiedad del Ayuntamiento, que presentó una denuncia. La temida notificación de desahucio llegó hace unos días: el 8 de septiembre, dentro de catorce días, tendrá que dejar ese piso. Además del desahucio, también se le hace saber que todos los bienes que no recoja se considerarán “abandonados”: “Desde entonces, estoy que no duermo”, dice Neiva, quien asegura que ha gastado parte del poco dinero que recibe de la Renta Activa de Inserción en rehabilitarla: “La casa estaba vacía, cerrada y totalmente abandonado. Le arreglamos el tejado, porque tenía goteras y más cosas para poder medio estar”, asegura. La mujer aclara que no quiere “vivir gratis”, sino que el Ayuntamiento le ponga un alquiler social.
En su lucha, Neiva ha vuelto a encontrar la ayuda de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Jaén. El colectivo critica que sea el Ayuntamiento el que haya planteado la demanda de desahucio contra una familia “totalmente vulnerable” y que ocupó su vivienda “por su situación de extrema necesidad”. “La respuesta a esta situación no puede ser un lanzamiento”, explica la portavoz de la PAH, Ana Cárdenas, quien recuerda que el Ayuntamiento tiene aprobada la creación de una oficina antidesahucios desde mayo de 2016: “¿Para qué sirve?”, se pregunta: “Es un fraude político. Vamos a pedir explicaciones al alcalde en el próximo pleno por estas malas prácticas para que se dé marcha atrás a esta situación injusta a todas luces”, se responde a continuación.

Neiva y sus hijos sufrieron ya un proceso de embargo, impulsado por una entidad financiera. Dejaron de pagar las letras de la hipoteca y el banco inició los trámites para desahuciarlos. Finalmente, lograron frenarlo. Tres años después, viviendo en casa de los padres de ella en la calle Chartres, sufrieron un terrible incendio en el que lo perdieron prácticamente todo.