“Pretendo que el colegio se extienda a toda la provincia”

La sede del Colegio de Abogados, en el número 13 de la calle Carmelo Torres, acoge este jueves la toma de posesión de Javier Pulido como nuevo decano, pues su candidatura se alzó con la victoria el pasado 20 de diciembre. Se tratará de un acto meramente colegial en el que se producirá el traspaso de poderes entre su predecesor, Vicente Oya, y Pulido, que jurará el cargo. Tras eso, él mismo tomará juramento a los trece miembros que conforman su equipo.

—¿Qué le motivó a presentarse a las elecciones de decano?

—Un grupo de abogados jóvenes me animó a volver al Colegio de Abogados. Yo formé parte de la junta de gobierno cuando Javier Carazo era decano. Entonces, hablé con un grupo de compañeros para formar mi equipo. Entiendo que no deben ser amigos o personas que tengan la misma ideología, sino que una junta debe representar a todo el colectivo y creo que tengo un buen equipo. Además, mi candidatura salió íntegra, es decir, que de las tres que se presentaron, los trece miembros de la junta pertenecen a la mía. No obstante, estoy siempre abierto a trabajar con todo el mundo.

—Sobre este apoyo, hubo bastante participación, en torno al 62%. ¿Cuál es su valoración?

—Eso quiere decir que los tres candidatos conseguimos movilizar a los colegiados, que tienen inquietud y eso es señal de que tenemos un colegio sano y vivo.

—¿Y el apoyo a la candidatura?

—No hay duda de que fue un respaldo muy importante, lo cual agradezco y, lógicamente, eso te compromete a responder.

—¿Qué retos se plantea la institución para este mandato?

—Una de las primeras cuestiones que tuve en cuenta en mi programa es que el Colegio se extienda a toda la provincia de manera práctica y efectiva, que esté presente en todos los partidos judiciales de la provincia. Entre los retos, como siempre, las cuestiones del turno de oficio, que es un mal común que intentaremos solucionar con las administraciones. También está la cuestión de poner en marcha la Ciudad de la Justicia, que creo que es algo bueno para todos.

—Sobre eso, la Junta lo incluye en los presupuestos de este año. ¿Cree que es ya un gran salto?

—Sí. Es una demanda histórica, no solo del sector de la justicia, sino de toda la sociedad, ya que, a veces, el ciudadano que viene a un juicio se confunde de sitio... Al final es facilitar y hacer accesible la justicia para todos. No me he reunido institucionalmente con la Junta todavía, pero es algo que tengo previsto, al igual que visitaré, ya como decano, a los compañeros de los partidos judiciales.

—¿El objetivo de esas reuniones?

—Lo que busco es que el Colegio de Abogados no sea la junta de gobierno y que no se limite solamente al edificio de Carmelo Torres.

—¿Con cuántos colegiados se cuenta ahora en la institución?

—Hablo de memoria. Son 3.000 abogados entre ejercientes y no.

—¿Cuáles son los beneficios que ofrece el Colegio de Abogados?

—Tenemos que defender la profesión. La abogacía es el termómetro de la sociedad y somos los primeros testigos de cómo está todo. Si hay una crisis o conflicto, los primeros que lo acusan son los abogados. La idea del Colegio es mimar y cuidar de la profesión.

—Hay una afirmación que seguro le resulta familiar. Se dice que la justicia va lenta. ¿Es así? ¿Cómo se le pone remedio a eso?

—La justicia va lenta, efectivamente. Los titulares de los juzgados trabajan muchísimo pero se necesitan más medios y esa es otra de las reivindicaciones que tenemos como parte del tablero jurídico. Hay un dicho popular, que es sabio y con el que estoy muy de acuerdo, que dice que justicia lenta, no es justicia. No puede ser que se señale una vista previa y el juicio se fije, por ejemplo, para finales de 2022... Eso no satisface las necesidades del ciudadano.

—¿Cómo se puede acelerar eso?

—Con más medios, más jueces, más letrados de la Administración y más funcionarios... No hay otra.

—En ocasiones, las administraciones públicas chocan en relación a temas judiciales, como ocurre ahora entre los ministerios de Justicia e Igualdad. ¿En qué medida afecta a la profesión?

—Entiendo que los colegios profesionales no deben entrar en las discrepancias entre partidos políticos. Como Colegio de Abogados debemos seguir la misma línea, que es la de proteger al débil o desfavorecido. Efectivamente, nosotros tenemos mucho que decir en temas como el de la violencia de género, que es una lacra con la que se tiene que terminar.