Una dependienta salva de la asfixia a una bebé de 16 meses

“Todo lo que hice fue por instinto materno, como si la niña fuera mi propia hija”

16 dic 2015 / 09:21 H.

Sin quererlo, Cristina Rueda, una vecina de la capital de 30 años, se ha convertido en una heroína. El pasado sábado, esta dependienta de una tienda de ropa salvó de la asfixia a Alba, una bebé de tan solo 16 meses. La niña sufrió un ataque repentino de fiebre cuando se encontraba con su madre en “Stradivarius”, el comercio en el que trabaja su ángel de la guarda. Comenzó a respirar con mucha dificultad hasta que perdió la conciencia. Cristina fue capaz de colocar a la niña en posición de seguridad, para evitar que se ahogara con su propia lengua o con su saliva. “Todo lo hice por instinto maternal, como si hubiera sido mi propia hija”, recuerda ahora “con orgullo” esta dependienta, que reconoce que no sabe mucho de primeros auxilios.

Esta jiennense, madre de dos hijos pequeños, explica lo que pasó en la tarde del sábado en su puesto de trabajo. Relata que vio entrar en la tienda a la niña sentada en el carrito que empujaba su madre: “No se me olvidará que llevaba un abrigo rojo”, asegura para recordar cada detalle de una historia que no se le borrará jamás: “Poco después, escuché a la madre pedir socorro a gritos. Estaba desesperada”, añade.

Cristina Rueda no se lo pensó dos veces. Cogió a la bebé en brazos y la puso bocabajo: “Estaba muy caliente y se estaba poniendo morada. No respiraba”, afirma. A continuación, recuerda que le introdujo los dedos en la boca para comprobar que no tenía ningún objeto extraño. “Sabía que estaba viva porque le notaba el latido”. Para entonces, otras compañeras habían apartado a la madre, que había sufrido una crisis de ansiedad. Al mismo tiempo, alguien alertó a los servicios de emergencia. En cuestión de minutos, se personó una patrulla de la Policía Local. Los agentes ayudaron a Cristina y mantuvieron a la bebé en posición de seguridad: “Echó espuma por la boca y vomitó. Ya comenzó a respirar mejor”, relata la dependienta: “Fueron unos doce o trece minutos de mucha angustia, porque hubo un momento en que pensé que la perdíamos”, concluye.

Angustia. Poco después, se personó en el establecimiento una ambulancia del 061. Los médicos lograron estabilizar definitivamente a la pequeña Alba, que fue trasladada al Hospital Materno-Infantil de Jaén. Su padre, Luis, que también estaba en la tienda, explica que recibió el alta esa misma noche: “Afortunadamente, la niña está muy bien”. El progenitor aclara que sufrió “un repentino ataque de fiebre”: “Le subió la temperatura muy rápidamente de 36 a 39 grados. Parece ser que la causa fue un problema en el oído. Eso le hizo que comenzara a respirar con dificultad y que perdiera el conocimiento”, añade. La familia al completo agradece la labor realizada por las dependientas de “Stradivarius”, por la patrulla de la Policía Local y por los médicos del Servicio de Emergencias: “Todos jugaron un papel fundamental para salvar la vida de mi hija y les estaremos siempre agradecidos”. Luis, su esposa y la pequeña Alba estuvieron en la tienda de ropa el pasado lunes para mostrar su gratitud en persona, si bien no pudieron ver a Cristina Rueda. También visitaron las instalaciones de la Policía Local con el mismo objetivo. “Ahora solo queremos olvidar lo que pasó”, sostiene Luis, el padre de la pequeña Alba.