Una caravana de autoescuelas dice “basta” con un gran atasco

Los centros de enseñanza avisan de las pérdidas por la huelga de examinadores

12 jul 2017 / 11:13 H.

Pese a que son personas que pasan todo el año explicando a los futuros conductores cómo han de circular para aligerar el tráfico y no causar atascos, ayer el colapso lo generaron ellas. Lo hicieron de manera intencionada y, a la par, con pesar porque saben que fastidia y que los jiennenses no tienen culpa alguna. Sin embargo, consideran que es la única manera de que su malestar se plasme en las calles para intentar que pronto haya una solución. Los propietarios de las autoescuelas jiennenses no dudan en asegurar que la huelga de los examinadores —en Jaén se sigue al 100%— está destrozando sus negocios.

La mayoría de los alumnos elige el verano para conseguir el carné de conducir. Es una época con más tiempo libre, con vacaciones en las universidades y en los ciclos de formación profesional y, además, a muchos no les importa compatibilizar las tardes en la playa o en la piscina con el libro de circulación. Sin embargo, el parón de los examinadores ahuyenta a las personas que quieren aprender a conducir de sus centros de enseñanza. Exámenes hay los jueves y los viernes —lunes, martes y miércoles no debido a la huelga—, pero la situación de incertidumbre genera una desconfianza que hace que los jiennenses no se apunten a los centros y una demora entre los que ya están apuntados. Mientras, ven cómo muchos alumnos detienen las clases de coche porque tampoco saben cuándo podrán acceder a la prueba del coche. De ahí que propietarios y profesores de autoescuela coincidan en asegurar que el “mes de oro” —que suele ser julio— va camino de convertirse en una auténtica ruina.

la caravana. Fueron alrededor de cincuenta vehículos. Quedaron en Santa María del Valle —en la puerta de la Jefatura de la Dirección General de Tráfico (DGT)—. Estuvieron escoltados por la Policía Local e hicieron el recorrido bajo el lema: “Las autoescuelas dicen basta”. Subieron por esa calle, giraron por Virgen de la Cabeza y se dirigieron hasta la Avenida de Andalucía. Llegaron hasta la Glorieta de Blas Infante y regresaron, otra vez, por el Gran Eje para bajar en dirección del Bulevar, donde acabó la protesta. No obstante, pese a que las mañanas de julio no tienen tanta intensidad circulatoria por el centro de la capital respecto a los vehículos que fluyen durante otros meses, la situación fue de un gran atasco, ya que se ocuparon las arterias más destacadas. El sonido del claxon y lemas reivindicativos en los que se insistía en que estas empresas necesitan trabajar ya —se estima que existen alrededor de 180 entre la capital y la provincia y que sustentan alrededor de un millar de empleos— porque ven cómo peligran sus cuentas por la merma de los ingresos que sufren ante la incertidumbre de los alumnos debido a la huelga de examinadores.

Las autoescuelas reclaman a la Administración central una solución que permita acabar con el conflicto de los examinadores, en huelga desde hace ya más de un mes para pedir mejoras laborales. De media, cada negocio está dejando de dar en la autoescuela entre cinco y diez clases al día. Además, añaden que no entran en la huelga de los examinadores, pero sí en el hecho de que la Administración tiene que abrir vías de diálogo para que de una vez por todas se acabe con el conflicto y se vuelva a la normalidad.

Por otro lado, el colectivo examinador ha decidido convocar huelga indefinida a partir del 4 de septiembre, por lo que se están realizando las gestiones legales oportunas para convocar dicho paro indefinido, según informa la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra). Las protestas y paros reclaman el reconocimiento de la responsabilidad, los riesgos de accidentes y agresiones, además del trabajo a la intemperie que conlleva su trabajo y reivindicar un aumento de su complemento específico que, según aseguran, “fue prometido hace años, y por tres directores generales distintos”.