“Era una mujer tan sencilla como su marido”

Representantes del colegio Vera-Cruz, de la congregación y de la Guardia Civil recuerdan a Dolores Rubio Torres

29 mar 2019 / 08:51 H.

La comunidad educativa del colegio Miguel Castillejo Fundación Vera-Cruz, la congregación de la cofradía que lleva el mismo nombre y la Guardia Civil están de luto ante el fallecimiento, el pasado miércoles, de Dolores Rubio. Numerosos familiares y allegados se despidieron de ella en la Basílica de San Ildefonso, y después de tan sensible pérdida, destacan de ella valores como la sencillez en el trato, su pasión por la docencia, su inmensa fe o el cariño que profesaba a su familia. En definitiva, la recuerdan como una gran persona.

Tomás Cuesta. Director del Colegio Vera-Cruz. “Para mí, se ha ido una mujer que más que una compañera era una amiga, y nos ha dejado un gran hueco”. Esas fueron las primeras palabras de Tomás Cuesta, director del Colegio Miguel Castillejo Fundación Vera-Cruz, al que el fallecimiento de Dolores Rubio pilló de viaje. La califica como una persona honesta, leal y entregada al centro educativo: “No escatimaba ni un solo minuto en hacer su colegio mejor”. Tampoco dejó la ocasión para hablar de su faceta más personal. “Era una gran madre, esposa y una persona honesta a carta cabal”, recuerda.

José Fernández, General de la Guardia Civil. “Conocía a Dolores Rubio desde que estaba novia con Luis Ortega, coronel jefe interino de la Comandancia de la Guardia Civil, su marido. “Tenía un afecto especial con ella”, recuerda. “¡Qué voy a decir de ella. Era una mujer excelente, siempre muy amable y responsable con todo, y muy vinculada a la Guardia Civil”, apunta. También recuerda su vinculación por el Cuerpo: “Vivía los problemas de todo tipo que se daban en esta gran familia, y siempre estaba al quite no solo de las altas esferas, sino de todos los que la componen”. Una mujer encantadora en todos los sentidos, rememora, y jiennense cien por cien.

Mari Ángeles Espinosa. Gobernadora de la Vera-Cruz. “Ahora mismo siento un gran dolor porque era una persona muy cercana, una gran amiga...”. Ese era el sentir de María de los Ángeles Espinosa, gobernadora de la Congregación de la Vera-Cruz. Y es que, recordó son muchos los momentos que pasaron juntas. “Y sí que es verdad que se echa de menos. Cuando conocimos la noticia de su fallecimiento no nos lo creíamos, estamos toda la congregación de luto”. Espinosa destacó su capacidad de adaptación a diferentes colectivos, y en su caso recuerda que ha acompañado en numerosas ocasiones, vestida de mantilla, a la Virgen de los Dolores. “Era una gran amiga, gran persona y con un corazón muy bueno”, indica.

Manuel Peñalver. Exgobernador de la Vera-Cruz. “Fuiste una excelente amiga y compañera cofrade de la congregación de la Vera-Cruz. Siempre me inspiraste valor”. Ese es el sentir que expresó Manuel Peñalver, empresario y que ocupó el cargo como gobernador de la Cofradía de la Vera-Cruz, que concluyó: “Hoy es precisamente ese valor lo que nos hace falta para aceptar tu perdida con resignación. Lola, algún día nos volveremos a ver. Descansa en Paz”.

Ángeles Rodríguez, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Vera-Cruz, trabajaba con Dolores Rubio desde este año, pero aun así reconoce que siente una pena muy grande por su marcha: “Como profesional era muy buena, también como compañera, y sobre todo una buena persona”, manifiesta, tras recordar la buena relación que habían entablado en este tiempo.

Francisco Juan Martínez, vicario general y deán de la catedral de Jaén destaca que Dolores Rubio ha vivido con pasión todos los ámbitos donde se ha desarrollado su existencia: en el matrimonio, con la familia, en la educación de sus hijos y como docente. “Tenía una vocación por la enseñanza muy notable, y eso se veía claramente con sus alumnos”, recuerda. Sin olvidar su fe: “Era una persona de una fe profunda y recia, luminosa y sin ningún tipo de complicaciones, que unificaba todos los aspectos de su vida”.

María Cobo Torres, camarera de la Virgen de los Dolores, es una férrea amistad de años unía a María Cobo y a Dolores Rubio. “Llevaba mucho tiempo de conocerla porque estuve a cargo de las mantillas en la Vera Cruz, y ella lo era, y salíamos juntas en muchos actos. Estamos muy tristes”, manifestó la camarera de la Virgen de los Dolores. La califica como una persona humilde y muy cristiana, de la que sobre todo destaca entre otros valores la sencillez en el trato con la gente: “Y se ha muerto como ha pasado por la vida, en silencio y sin meter ruido”.

Manuel López. Presidenta de la Asociación de Vecinos Expansión Norte-Bulevar. “Era una grandísima persona: afable, educada... qué decir de ella”, apunta el presidente de la asociación vecinal en la que se encuentra el colegio Vera-Cruz, al tiempo que recuerda su gran espíritu de lucha: “Nos conocimos porque nosotros también pedíamos la implantación del Bachiller en el centro, y estaba recogiendo firmas para hacer más fuerza. De trato agradable, luchadora y amiga de sus amigos”.

Mari Carmen García. Mujer de Guardia Civil. “Poco tiempo la he conocido, pero el suficiente para darme cuenta que era una mujer tan sencilla como su marido”. Esas fueron las palabras de Mari Carmen García, también mujer de Guardia Civil, que guarda un grato recuerdo de ella: “Jamás olvidaré las palabras que me dijo en una festividad del Pilar y con cariño guardaré la foto que tan amablemente quiso que nos hiciésemos las dos parejas en un día tan grande para este Benemérito Cuerpo, como es el del Pilar”.