Un protésico y dos dentistas, en el banquillo por intrusismo

La Fiscalía mantiene los cargos y les pide multas de hasta 3.000 euros

    04 mar 2016 / 09:20 H.

    La Fiscalía y el Colegio de Dentistas de Jaén trataron de demostrar que un protésico dental de Linares ejercía las funciones propias de un médico estomatólogo sin estar capacitado para ello. Así, presuntamente, Miguel Ángel U. I. atendía a los pacientes en su clínica, les aconsejaba prótesis, las fabricaba y las adaptaba a sus bocas. “Prescindía de un médico estomatólogo que las prescribiera, asumiendo con ello competencias para las que no está capacitado ni autorizado”, explicó la fiscal Ana Carolina Parejo, en su informe final ante la juez Erika Ávila, del Penal 3. Para dar cobertura legal a su actividad, las acusaciones sostienen que se concertó con dos dentistas, que también se sentaron en el banquillo como cooperadores necesarios. Presuntamente, ambos facilitaban la prescripción de las prótesis a los pacientes, aunque una vez que ya estaban colocadas.

    Fue el propio Colegio de Dentistas de Jaén el que denunció los hechos ante la Guardia Civil a finales del año 2011. Un paciente, al que el protésico procesado le había colocado una prótesis, tuvo que acudir a una dentista para que le arreglara de nuevo la boca: “Tenía todo lleno de llagas y se me caía la dentadura solo con beber agua”, relató este hombre, que declaró como testigo. A raíz de este primer caso, el Colegio de Dentistas llegó a contratar a un detective para que acudiera a la clínica del protésico y someterse a un tratamiento. “Me colocó una prótesis sin que me viera ningún dentista”, ratificó el investigador privado.

    Los tres acusados negaron los cargos. El protésico alegó que siempre trabajaba con la supervisión de algún médico odontólogo y aclaró que les enviaba fotografías de los pacientes. Uno de los dentistas afirmó que llevaba jubilado 16 años y que no recordaba nada debido a su avanzada edad —83 años—. El otro aclaró que solo colaboró con el principal acusado en una única ocasión como favor. El juicio quedó visto para sentencia.