Un pregón cargado de sentimientos por la Virgen Blanca

Con nervios, pero también con una enorme ilusión que llenó su corazón, María de los Ángeles López Terreno ofreció el pregón a la Virgen Blanca para anunciar sus fiestas en honor a la Señora de la Imora. Natural de Zaragoza, esta mujer llegó a Jaén y confiesa que se enamoró de la imagen que reina desde la ermita de dicho paraje al conocerla, a la cual profesa un gran amor y devoción.

Fue todo un reto para ella realizar este pregón, ya que admitió que es muy tímida. De hecho, confesó que, si no hubiese sido porque sintió que esta encomendación fue una petición de la misma Virgen, habría dicho que no. Y quizás, fue así, pues el sentimiento que puso en cada una de sus palabras remarcó la fe que siente esta mujer por la Virgen Blanca. López se aferró al amor que siente por esta imagen de María y con su pregón conquistó los corazones de los presentes. En su discurso incluyó las experiencias personales que marcaron su fe cristiana y mariana. Asimismo, esta zaragozana también contó cómo conoció a su marido y se mudó a Jaén, donde se sorprendió al conocer a la Virgen Blanca. En este sentido, también dedicó algunas palabras a la historia que rodea a la imagen y a su ermita en la Imora. De Ella, López declaró que le inspira su mirada, su hijo —al cual porta en brazos— y el llamamiento a la entrega a los demás que parece hacer la imagen mariana.

“Mis sentimientos por la Virgen son de ternura, de cariño, de bondad. La veo como un ejemplo para todo: madre, esposa...”, comentó la María de los Ángeles López, quien se estrenó en esa ocasión como pregonera, pues nunca antes anunció unas fiestas. De hecho, admitió que este cargo era algo que le impresionaba mucho e insistió en que, ante la Santísima, no pudo negarse a acometerlo a pesar de la responsabilidad que sentía. “Yo soy muy creyente, voy a misa todos los días, soy catequista. Estos momentos los vivo desde la fe y me gustan”, manifestó esta zaragozana.

Como es tradición, la Virgen Blanca procesionará el tercer domingo de septiembre. Una cita a la que cada año acuden decenas de personas, pues la hermosa salida de la imagen desde su ermita es un acontecimiento único. Así, la pequeña talla, se convertirá en el centro de atención una vez más en un recorrido que partirá desde la Imora. Esta procesión se acompaña, además, de una convivencia entre los hermanos de la Cofradía de la Virgen Blanca a la que acuden, también, muchos devotos de la Santísima imagen, lo que crea en el entorno de la ermita un ambiente fraternal y de convivencia que, cada año, rinde honores a la Reina de la Imora.