Un juez retira la licencia a un bar por ruidos molestos

La sentencia da un tirón de orejas al Ayuntamiento por otorgar el permiso sin cerciorarse de que se cumplía la norma

14 ene 2016 / 09:39 H.

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Jaén ha anulado la licencia de apertura concedida por el Ayuntamiento a un bar debido a las molestias que causa al vecino del piso colindante por el ruido, los malos olores y el humo. “Era imposible vivir aquí en esas condiciones”, explica el afectado, Gabriel de Dios López. Por su parte, el gerente de la empresa que gestiona el negocio, David Romero, ha solicitado a la Justicia la nulidad de la decisión, al considerar que no le han dado voz en el procedimiento judicial para poder defenderse. Al mismo tiempo, sostiene que la actividad no genera molestias: “Todos los vecinos de la zona están encantados con nosotros, menos el que nos ha demandado. Cinco familias pueden quedarse en la calle por esto”, achaca.

El caso se remonta al año 2013, cuando abrió la “Taberna Sibarita” en el número 5 de la calle Donantes de Sangre, junto a la Senda de los Huertos. Desde el primer momento, Gabriel de Dios denunció ruidos molestos, humos y malos olores. Es más, el bar tuvo que ser cerrado por estos problemas. Sus propietarios dijeron haber modificado las deficiencias, tal y como se refleja en la sentencia. Sin embargo, había que comprobarlo. Es decir, medir si se seguían produciendo ruidos por encima de lo permitido. Como la Gerencia de Urbanismo carece de sonómetro calibrado, esa prueba se realiza por técnicos que aportan los interesados, es decir, el dueño del bar y el vecino afectado.

El Ayuntamiento citó a ambas partes el 5 marzo de 2014, solo dos días después de que el empresario comunicara que había solucionado los problemas. Sin embargo, el vecino afectado alegó que, debido al poco margen de tiempo concedido, no le fue posible encontrar a un especialista y que, además, esos gastos debían ser asumidos por el hostelero o el Ayuntamiento. Por eso, no se pudo realizar la comprobación.

A pesar de esta circunstancia, Urbanismo concedió la licencia a la Taberna Sibarita: “No ejerció correctamente la actividad de control (...). Debió cerciorarse de que el local estaba debidamente insonorizado y no causaba molestias por ruidos y olores en el piso del actor en lugar de apresurarse a conceder la licencia, dando preferencia al titular del negocio”, razona el juez Humberto Herrera en su resolución, en lo que supone un tirón de orejas en toda regla al Ayuntamiento de la capital.

Además, la sentencia también recoge que la última medición realizada —en mayo de 2014— refleja que el ruido seguía estando por encima de lo permitido. En enero de 2015, la Policía Local, incluso, comprueba que el local “pone música sin tener licencia para ello”.

A pesar de que la sentencia es firme, el negocio todavía sigue abierto. Algo de lo que se queja el afectado: “No entendemos cómo el Ayuntamiento no ejecuta la resolución”, afirma Gabriel de Dios. Por su parte, el hostelero también critica con dureza a la Administración local: “No nos notificaron correctamente que había un procedimiento judicial por este tema. Por eso, no sabíamos nada y no hemos podido defendernos en el Juzgado. Vamos a pedir la nulidad”, insiste. Un cúmulo de errores que ha provocado una situación kafkiana.