Un hogar para mujeres maltratadas

Las casas de acogida de la provincia ofrecen protección a 159 personas

07 ago 2017 / 10:57 H.

La red de centros del Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ofrece protección, un hogar seguro y atención integral a las supervivientes de la violencia machista. Según el balance del primer semestre de 2017, atendieron a 1.343 personas, 684 mujeres y 659 menores y personas dependientes a su cargo. En la provincia de Jaén fueron 159 los que recibieron dicha atención en diferentes instalaciones repartidos en el mar de olivos, de los cuales 74 eran mujeres y 85 menores.

La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, declara que supera en un 11,3 por ciento el número de personas acogidas en el mismo período del año anterior, debido, por un lado, al mayor nivel de concienciación de las usuarias, “que dan el valiente paso de pedir ayuda y alejarse de sus agresores” y, por otro, a la creciente atención “a víctimas de otras formas de violencia machista, como las redes de trata”.

Encarna Quesada, presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas Contra la Discriminación y la Violencia de Género, confirma que en las casas de acogida “se trabaja bien”, y si algunas personas no acuden a ellas es “porque no han querido, por diferentes razones, o porque no lo necesitan y van a casa de un familiar, pero su labor es impecable y esencial en la provincia, y que todas las que lo soliciten, se les presta apoyo”. Desde la asociación opinan que “lo suyo” es que las mujeres víctimas de maltrato denuncien, que realicen los trámites para solicitar protección y pedir ayuda a un abogado que les aconseje. “Deben ponerse en contacto con las administraciones al momento, pues es el mejor sistema y la Guardia Civil posee un programa completo en el que detectan el nivel de peligro a través del cual se ponen en marcha las medidas necesarias”.

Quesada recuerda que la acogida en estas casas es “completa”, pues acuden también los hijos o las personas que tienen a su cargo. “No pueden dejarlos atrás, sobre todo a los niños, porque si la madre ve cómo actúa, sabe que si lo hace con ella después irá a por los pequeños”, declara, e insiste en los casos recientes de “venganza” que se conocen en el país. “Recae sobre los más vulnerables y, posiblemente, en más casos de lo que se piensa”, afirma, y aporta: “Un maltratador no puede ser un buen padre nunca, porque afecta no solo a nivel físico, también mental y educativo, pues no suele preocuparse de ello”. Por otra parte, desde la asociación muestran su indignación porque, en ocasiones, las víctimas deben trasladarse de comunidad autónoma por falta de sitio en algunas casas de acogida.