Un grupo de mujeres aprende a detectar a los maltratadores

Un programa forma a “mediadoras” que intervendrán en barrios y municipios

18 abr 2017 / 11:24 H.

Si hay gritos, lesiones visibles o, incluso, se llega al peor final resulta bastante fácil detectar la violencia machista. En cambio, cuando una mujer es asesinada por su pareja, son frases habituales: “Era una pareja normal”, “nunca se oyó ni se vio nada” o “parecía que se llevaban bien”. Pero, entonces, ya no se puede hacer nada. Sin embargo, puede que el problema radique en que existen situaciones —mucho más sutiles y difíciles de detectar que ocurren y pueden pasar desapercibidas si no se cuenta con una vista, oído, mente o sensibilidad entrenada para poder localizarlas cuando surge la violencia machista—. El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) lo sabe, por lo que ha puesto en marcha el programa “Objetivo Cero. Por un Jaén libre de violencia de género”.

Ayer, en el barrio de Santa Isabel, la coordinadora provincial del IAM, Beatriz Martín, se reunió con las féminas que participan en esta iniciativa. Pertenecen a las Asociaciones Mujeres Valientes de Úbeda, MAS Baeza, Mujeres Jaeneras, Mujeres Progresistas contra la Violencia, Mujeres Encajeras, Asociación Luz del Valle y Asociación “La Serranilla”. Eva Pradas Cañete es la coordinadora de este proyecto. Beatriz Martín explicó que se trata de una iniciativa que cuenta con 13.750 euros de presupuesto que pretende formar a féminas para que se conviertan en referentes contra la violencia. “Queremos prevenir, por lo que cualificamos a mujeres para que ayuden a otras y las acompañen. Se trata de una red de mujeres no profesionales, pero muy cercanas que nos pueden ser de gran ayuda a la hora de detectar casos de violencia machista, sacarlos a la luz y ofrecer toda la ayuda a las víctimas”, dice Beatriz Martín.

El proyecto se centra en aportar una serie de pautas para prevenir situaciones de violencia machista. Además, busca sensibilizar contra la explotación sexual de muchas mujeres, desmontar mitos y estereotipos, fomentar una educación sexual responsable e igualitaria que evite situaciones de dominación, mejorar la autodefensa y la autonomía de muchas mujeres, elevar la autoestima y el estado de ánimo y reflexionar sobre la violencia machista.

Precisamente, el principal escudo de los maltratadores para esconderse de la acción de la sociedad radica en que la violencia la ejercen en un ámbito privado, es decir, de puertas para adentro. En cambio, no hay muro que no sea infranqueable. Y esa será la labor de este grupo de mujeres.