Un examen casi imposible de aprobar por la nula visibilidad

Los nervios, la presión y el afán por aprobar hacen que los exámenes de conducir no sean nada sencillos. Si a esto se le suma un hándicap con el que normalmente no se cuenta, como es el mal estado de las pistas donde tienen lugar las pruebas, se convierte en algo casi imposible de que salga bien. Esto es lo ocurre en la vía que tiene la Dirección General de Tráfico destinada a hacer el examen en el Polígono de Los Olivares de la capital jiennense.

Unas instalaciones que se ven afectadas por la falta de visualización de las líneas discontinuas, que son borrosas y casi imperceptibles por los que se examinan. Estas rayas marcan el límite en las pruebas de conducir y, al estar deterioradas, ocurre que se ve borroso. Además, hay un punto de referencia que sirve para que los conductores se guíen a la hora de hacer maniobras, algo que no se ve y hace suspender a la mayoría de la gente. Por ello, son muchas personas las que se quejan constantemente ante la Dirección General de Tráfico, ya que se gastan su dinero y tiempo en las clases para luego no ver fructíferos sus intentos. ¿La solución? Es fácil, solo basta con coger una brocha y una lata de pintura y ponerse manos a la obra para restaurar las pistas.

Por otro lado, muchos conductores optan por una vía que les obliga a coger el coche, la de irse a Málaga o Granada para examinarse en un circuito en buen estado y que les sea más fácil aprobar. Esto afecta a las pruebas de autobús y trailer que son las que necesitan hacer más maniobras y se quedan sin espacio al no ver por dónde tienen que ir. “No voy a pagar ningún examen más ni clases. No estoy dispuesto a hacerlo por algo que está mal, que no tiene el material bien”, declaró Fernando López, un conductor afectado por este suceso. “No tengo por qué viajar a otra ciudad porque la pista esté en mal estado. Tengo todos los carnés de conducir menos el de trailer y las veces que me he venido estaba todo bien y no como está ahora. No veo el punto de referencia ni poniéndome lentillas”, afirmó López, que no ve “justo” que pague las consecuencias de un deterioro de las pistas que deberían estar en perfecto estado y mantenerse constantemente.