Un encapuchado atraca una panadería a punta de navaja

Amenazó a la empleada con un cuchillo jamonero y se llevó 850 euros de botín

28 jun 2016 / 14:00 H.

La Policía Nacional mantiene abierta una investigación para tratar de identificar al hombre que, el pasado fin de semana, atracó una panadería en pleno centro de la capital. El ladrón, que llevaba su rostro oculto por una capucha, amenazó a la empleada con un cuchillo jamonero de grandes dimensiones y logró llevarse un botín de unos 850 euros, según confirman fuentes oficiales de la Comisaría.

Los hechos ocurrieron en un despacho de pan ubicado en la calle Tablerón, en pleno centro de la capital, alrededor de las dos y veinte de la tarde —el establecimiento no cierra a mediodía—. El autor de los hechos entró al local aprovechando que no había clientes. Llevaba ropa oscura, unas gafas de sol y gorra. Además, antes de acceder, se colocó una braga que le tapaba todo el rostro, a excepción de los ojos. En la mano derecha, llevaba un cuchillo de unos 30 centímetros de hoja, tal y como confirman los investigadores. Con el arma blanca, amedrentó a la empleada, a la que amenazó para que se estuviera quieta: “No hagas nada, que tengo un compañero afuera esperándome”, le dijo a la empleada, con mucha tranquilidad. La trabajadora se quedó paralizada por el miedo. Mientras, el ladrón pasó al otro lado del mostrador, abrió la caja registradora y cogió todo el dinero que había de la recaudación de esa mañana: unos 850 euros. A continuación, se marchó sin decir nada más.

La víctima dio una descripción física del atracador. Se trata de un varón, de unos 30 años, de aproximadamente un metro y ochenta centímetros de altura y de complexión delgada. Además, hablaba castellano. Con esos pocos datos y tras una batida inicial por los alrededores, la Policía Nacional abrió una investigación para tratar de identificar al presunto autor de los hechos. La Científica realizó una inspección ocular del establecimiento y tomaron huellas dactilares del mostrador y de la caja registradora. Además, agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) también han revisado cámaras de seguridad instaladas en las cercanías del lugar. De momento, las indagaciones no han dado resultados. Los agentes sospechan que puede tratarse de un delincuente habitual y de la zona, debido al “modus operandi” empleado y a su ejecución. La Policía trabaja para intentar poner cara y nombre al atracador.

En los últimos años, las panaderías se han convertido en un objetivo apetecible para los amigos de lo ajeno. Suelen estar abiertas a horas en las que hay poca afluencia de público y cuentan con poca protección. En diciembre de 2013, la Policía Nacional detuvo a un vecino de Granada por el atraco a uno de estos establecimientos, ubicado junto a la calle Reja de la Capilla. Los agentes lo arrestaron con el cuchillo utilizado todavía en las manos. Más difícil fue atrapar a Juan José G. J., que atracó dos panaderías en enero de 2015, ambas a punta de navaja. A una de las trabajadoras llegó a ponerle el arma en el cuello. Este vecino de la capital llevaba menos de un mes en libertad, tras haber cumplido una larga condena en prisión por hechos similares. En ambos asaltos, se tapó la cara con una especie de capucha. Sin embargo, las empleadas de ambos negocios lograron identificarlo por su peculiar corte de pelo y por sus ojos. Fue condenado y, actualmente, se encuentra en la cárcel.