Trenes: una necesidad absoluta de Jaén que cumple 64 años

El Subsecretario de Obras Públicas, Agustín Planas, fue en aquella ocasión portavoz de su Ministerio, durante la dictadura de Franco. El 7 de junio de junio de 1958, hace ahora 64 años, declaraba que el plan de modernización de los ferrocarriles españoles era de una “necesidad absoluta”. El plan lo había presentado Renfe. A la declaración de intenciones, rotunda por otra parte, el tren, más allá de las reconstrucción de líneas devastadas por la guerra, nunca acabó de llegar a la estación de la modernidad hasta muy entrado el siglo pasado y, menos aún, a su reconversión para adecuarse a los tiempos del transporte de mercancías y, sobre todo, de viajeros, como hicieron otros países, bien Francia, Alemania o Italia, con líneas convencionales que han ido adptando a lso nuevos tiempos.

Las palabras del subsecretario, de haber sido posible entonces, se hubieran puesto en tela de juicio. El tiempo lo corroboró después, cuando en 1965 el Gobierno franquista abandono, por ejemplo, el proyecto de la línea Baeza-Utiel, paralizado por la guerra y que anduvo entre trancas y barrancas durante la dictadura de Primo de Rivera. Estaba casi hecho, pero nunca circuló un tren por su vías. En el trazado y en sus túneles se ha hecho, o se ha reivindicado, casi cualquier uso, sobre todo de ocio y turístico.

La absoluta necesidad se focaliza ahora en la línea Madrid-Alcázar de San Juan-Jaén-Sevilla. Más de una década ha transcurrido desde que se la quiere modernizar para que los trenes circulen a una velocidad que permitar acortar razonablemente el tiempo de viaje de Jaén a Madrid y viceversa. Proyectos por tramos, inacabados, parados y otros en los que casi no se ha intervenido. Pasa el tiempo, como en la A-32, y cuando se retoma hay que renovar o readaptar proyectos. Y así sigue circulando este tren de absoluta necesidad por el túnel del tiempo.