Treinta y tres días a más de 40 grados desde mediados de junio

Aviso de importantes lluvias al final de un sofocante verano como no se recuerda

25 ago 2017 / 11:08 H.

No es que sea una novedad que la provincia jiennense alcance máximas de 45,5 grados, como la registrada en Andújar el pasado 13 de julio, lo que sí es algo histórico, una constatación más de que el cambio climático no es un invento, es que estos registros extremos se den a lo largo de una prolongadísima serie de 33 días. Si se analiza la ciudad iliturgitana, que acapara las máximas de los 97 municipios jiennenses y, en ocasiones, de toda España, se contabilizan 33 días con el mercurio de los termómetros por encima de los 40. Según los datos de Antonio Lomas, uno de los colaboradores de los que la Agencia Estatal de Meteorología se nutre por todo el país, el primer día de bochorno llegó el 11 de junio. Durante ese mes, sin que todavía no hubiera comenzado el verano, lo que ocurre el 21, ya se batió esta marca hasta en nueve ocasiones y, en total, fueron una docena de veces. En julio, cuando se alcanza la máxima de este estío, hay contabilizados once registros extremos de este tipo y, durante este mes, hasta el día 20, son una decena. En ocasiones, se acumula, prácticamente, una semana consecutiva soportando estas temperaturas, algo que, por fuerza, obliga a modificar hábitos para evitar uno de los temidos golpes de calor.

Como consuelo de tanta tórrida jornada, la Agencia Estatal de Meteorología, como recuerda Lomas, anuncia lluvias y un importante descenso de las temperaturas, eso sí, a partir de mañana, porque hoy también se esperan picos de 39 grados, otra vez. Lomas explica que lo que llegará es una DANA, acrónimo de depresión aislada en niveles altos. Lo que probablemente ocurra es que este fenómeno, lo que antes se conocía como “gota fría”, se coloque sobre el Golfo de Cádiz y, en su evolución, llegue a la provincia jiennense. La DANA traerá consigo, según las estimaciones de los expertos, importantes precipitaciones, hasta de 50 o 60 litros, y, algo no menos importante, un descenso de las temperaturas de hasta 15 grados, lo que puede rondar los 28 o menos.

La “bendita” inestabilidad se pronostica, para el sábado, con alguna probabilidad de que cambie el tiempo, incluso, hoy a última hora, el domingo, el lunes y el martes, sin que la Aemet descarte que continúe el tiempo lluvioso hasta más allá de el jueves próximo. Sería todo un acontecimiento en una provincia que, desde, el pasado 10 de mayo, no ve llover “medio en condiciones”. Ese día se recogieron en torno a 14 litros y, el 12 de ese mes, dos menos. Salvo este episodio, solo se puede contar el chubasco del 7 de julio y alguna tormenta aislada en zonas de montaña de Mágina o Cazorla.

La escasez de precipitaciones se ve más claro si se analizan los datos anuales. En lo que va de 2017, se contabilizan 357 litros, cuando la media es de 600. Desde el comienzo del año hidrológico, el agua recogida es un tercio inferior a lo habitual, según los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Esta preocupante situación deja a la provincia jiennense, en la tónica del resto del país, a las puertas de activar las medidas por la sequía.