Tras los pasos de China en la reducción de contaminación

El monóxido de carbono y el ozono se reducen significativamente

06 abr 2020 / 16:27 H.
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El medio ambiente está siendo uno de los grandes beneficiados del “parón” al que la humanidad se ha visto obligada a hacer para combatir al covid-19. De hecho, según estudios del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico (CAMS), se aprecia una reducción de alrededor del 20% al 30% de las partículas finas en la superficie de grandes partes de China. Y Jaén ya empieza a estar detrás de estos pasos. Tras un análisis de los informes diarios de la calidad del aire que realiza la Consejería de Medio Ambiente, se observa una clara reducción en el volumen de las partículas contaminantes que “flotan” en la capital.

En este caso, si se observan los datos del informe del día 4 de abril (último disponible antes del cierre de esta edición), en la estación de la Ronda del Valle, la partícula que más ve reducida presencia en la atmósfera es la del monóxido de carbono (CO) —subproducto de la combustión incompleta y se produce al quemar algún combustible basado en el carbono— si se compara con el mismo día del año pasado. De hecho, si se toma como referencia una hora intermedia del día como las cuatro de la tarde, el CO baja de 281 microgramos por metro cúbico a 192. Aunque no es la única que se reduce. Esto mismo ocurre con el dióxido de nitrógeno (NO2) —cuya fuente principal son las emisiones provocadas por los automóviles—, que descienden hasta la mitad en el presente mes, de 6 microgramos por metro cúbico a solo 3. El ozono (O3), por su parte, también experimenta una reducción considerable, llegando a bajar de los 123 microgramos por metro cúbico a los 93 en este mes.

Los datos proporcionados por los informes diarios de la Junta se asemejan, también, con los que recoge el sistema de pronóstico de calidad del aire Caliope. La evolución de las partículas de CO en Andalucía en los primeros días de abril de este y el pasado año revela que, en 2019, hubo mayores bancos de concentración sobre la región. El NO2, por su parte, también se redujo en la atmósfera andaluza en la primera semana de abril, pues el año anterior hubo intensas densidades de este gas en la costa este de la comunidad (no afectando a la provincia jiennense), que este mes quedaron ampliamente disipadas. Mientras tanto, el O3 es, según las gráficas de Caliope, la sustancia que más variaciones ha presentado con respecto al abril del año pasado. En general, se sigue observando en la región, aunque los niveles de concentración son menores. En la provincia jiennense, de los 5 días analizados ambos años, en 2019 hubo concentraciones entre 100 y 115 microgramos por metro cúbico en cuatro días; mientras que, la semana pasada, cuatro de los cinco días analizados tuvieron concentraciones de ozono entre 80 y 100.

A falta de tener disponibles los balances mensuales de marzo de la Consejería sobre la calidad del aire de la provincia, los de febrero ya auguran panoramas como el anteriormente descrito en el resto del territorio. El CO es, de nuevo, una de las partículas que más desaparece de la atmósfera, según recogen las cuatro estaciones de la provincia, algo especialmente evidente en Villanueva del Arzobispo. De igual manera, en febrero también hubo una bajada de las partículas en suspensión (PM10), aunque esta se notó más en municipios como Bailén y Villanueva del Arzobispo, siguiendo aproximadamente la misma tendencia en la estación de Ronda del Valle en Jaén; y superando, las tres, solo al final de mes, el valor límite diario para la protección de la salud humana.

Ante esto, Ruiz se pregunta: “¿Hasta qué punto está en nuestra mano, en nuestro comportamiento, hacer que el impacto sea menor para el medio ambiente?”. Responde que impera la necesidad de reducir el consumo para mitigar el impacto que se le causa a la Tierra. “No olvidemos que el mayor problema al que nos enfrentamos no es el coronavirus, sino el colapso medioambiental derivado de la contaminación”, advierte. Y, respecto a la aparente mejor de la calidad ambiental, Ruiz confiesa que le gustaría pensar que esto pueda ser un punto de inflexión, pero teme que, tras la recuperación económica tras la crisis sanitaria, la humanidad vuelva a sus hábitos consumistas en los que no prima la naturaleza.

Jaén