Tierra abonada para la lectura y la redacción en el IES Santa Catalina

Agradecieron por delante “perder” horas lectivas, o eso creían los alumnos del instituto Santa Catalina de Alejandría, que cambiaron los pupitres por las butacas del salón de actos para adentrarse en una de las profesiones más apasionantes que puedan ejercerse, la del periodista. “¿Queréis descubrir cosas que no sabéis?”, preguntó el director del periódico, Juan Espejo, que obtuvo un unánime “sí” como respuesta. El pasaje corresponde a la presentación y charla-taller de la 35ª edición del concurso Prensa-Escuela Jóvenes Periodistas que organiza Diario JAÉN en compañía de la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación profesional; El Corte Inglés; Autos Auringis Jeep; Endesa; la Asociación Hilos para Educar y Fundación Unicaja.

“¿Queréis comprobar lo bueno que es leer?”, continuó el director. Dudó su auditorio con la respuesta, aunque lo realmente importante es que se involucraron en el taller y se empaparon de las bondades que apareja la lectura. Juan Espejo recordó que el instituto ya fue testigo de la presentación del concurso de redacción “Prensa Escuela”, fue en 1987, año en el que Diario JAÉN y el centro emprendieron la campaña “Lápices para la paz”, a través de la que consiguieron mandar tres trailers de lápices a niños de Bosnia, Serbia y Kosovo en tiempos de la guerra de Yugoslavia. Tiempos pasados muy parecidos a los presentes que exploraron los alumnos de la mano del director de Diario JAÉN.

Comenzó la presentación por lo esencial: los valores humanos. Dignidad, bondad, respeto, perseverancia, amor... “¿Hay aquí alguien enamorado?”, preguntó al hilo el director. El revuelo era de esperar en jóvenes de Secundaria y se materializó en un cuchicheo que no cesó hasta que, tras desistir, se retomó el timón de la conferencia. Oyeron hablar de Kapuscinski —uno de los grandes referentes del periodismo contemporáneo—, comprobaron cómo se recicla la tinta de un periódico, y los múltiples usos que tiene tras ser leído, ubicaron Jaén en el mapa provincial y conocieron la evolución de la prensa escrita casi desde sus orígenes. En definitiva, un tiempo que creían perdido pero que aprovecharon a las mil maravillas con promesa de participación en el concurso incluida.