TESTIMONIO | “Lo que hizo Youssef fue mediar y lo mataron”

Charo Marín, la pareja de Youssef Elgarti, el joven capataz apuñalado mortalmente en una finca de Jaén, pide justicia en un caso ya juzgado y cuenta cómo era su vida

07 dic 2023 / 16:39 H.
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Su vida cambió radicalmente hace tres años. El 30 de noviembre de 2021 recibió una llamada telefónica que la dejó petrificada. Una amiga le comunicó que su pareja, con la que convivía desde hacía dos años, iba camino del hospital, muy grave, al verse inmiscuida en una pelea. Soltó lo que estaba haciendo en su trabajo y, cuando llegó al Médico-Quirúrgico de Jaén, le comunicaron que ni siquiera había llegado con vida. El relato de Charo Marín Chamorro es escalofriante. La joven, de 27 años, rompe su silencio para pedir una sola cosa: “justicia”.

Youssef Elgarti, natural de la ciudad marroquí de Casablanca, tenía 27 años cuando recibió una puñalada mortal. Trabajaba de capataz en la finca El Brujuelo, en la capital, y en ese momento se encontraba en el cortijo con los preparativos del almuerzo. Uno de los temporeros fue a avisarle de que había recibido un puñetazo de un compañero y él, de forma inmediata, se trasladó en quad hasta el lugar para intentar solucionar el problema. “Según me cuentan, él lo que hizo fue mediar y, sin embargo, lo mataron”, relata a Diario JAÉN su mujer que, aunque no estaban casados, se consideraban matrimonio. Falleció prácticamente en el acto y fue detenido un joven, de 25 años, acusado de la muerte del capataz.

Ya hay sentencia, después de la celebración del juicio con jurado popular en la Audiencia Provincial de Jaén. Quedó absuelto el único inculpado al considerar la eximente completa de legítima defensa. “Esto no puede quedar así. Necesito que se haga justicia, porque es una persona, un padre, un hijo, un hermano...”, dice entre lágrimas Charo Marín, que añade: “Mi marido era buena persona, incapaz de matar a nadie”. Lamenta la joven que, ni antes ni después del juicio, haya recibido una muestra de arrepentimiento. “El acusado, en la última palabra, pidió un perdón que no se lo creyó nadie. Yo me salí porque no podía escucharlo”, subraya.

La pareja de Youssef Elgarti manifiesta: “Él dijo que lo hizo en defensa propia, pero yo lo que digo es que tiene que pagar porque ha matado a una persona”. Insiste: “Youssef no era capaz de matar a nadie, eso es mentira, todo el barrio lo conocía perfectamente, era muy buena persona, estaba en su casa, en su trabajo y con su familia. Sólo fue a defender a su amigo”, concluye.

<i>Youssef Elgarti. / Cedida por la familia.</i>
Youssef Elgarti. / Cedida por la familia.

Una vida marcada por la soledad que terminó en una pareja feliz

Ni Charo Marín ni Youssef Elgarti tuvieron la suerte de criarse en el seno de una familia estructurada. Él llegó muy pequeño como “Mena”, procedente de Córdoba, y participó en uno de los programas de la Fundación Don Bosco Salesianos Social en Jaén formando parte de una de las primeras generaciones de su proyecto Buzzetti. Ella se quedó sin madre con cinco años y su padre no se hizo cargo, por lo que creció en un centro de menores hasta que, con la mayoría de edad, pasó a residir en una casa de la misma fundación. “Éramos como vecinos y nos enamoramos”. Vivieron juntos seis años, tuvieron un hijo que no había cumplido los dos cuando él murió y, hasta el aquel momento, eran felices. “Nos enseñaron lo que estaba bien y lo que estaba mal, aprendimos un oficio y teníamos una vida normal, muy queridos en el barrio de Peñamefécit y muy respetados”, añade.

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