Tecnología al servicio del campo
Cajamar organiza una mesa de debate sobre los centros tecnológicos y su aplicación
La importancia de la tecnología en la agricultura es un hecho conocido, así como una realidad que va más allá del papel, donde se ven, cada vez con más asiduidad, la aplicación de las innovaciones en el campo. La maquinaria es solo una muestra de ello, también se trata de la búsqueda más práctica de las nuevas tecnologías en el día a día del agricultor. Esta es la base sobre la que se sustentó la mesa de debate organizada por Cajamar bajo el título “Las últimas tendencias en la industria agroalimenaria española: La misión de los centros tecnológicos”. Así, la caja rural reunió a expertos del sector para sentar y entablar una rica conversación del tema que interesó a los asistentes al encuentro.
Miguel Rodríguez de la Rubia, de Cajamar, dio la bienvenida y presentó a los profesionales del sector para hablar de su experiencia. Ellos eran Carlos Jiménez, director de operaciones de Acesur; Carmen Capiscol, responsable de I+D+I de Citoliva; José María Navarro, gerente de Andaltec, y María Dolores Jiménez, responsable del área comercial de Citoliva y de Inoleo, Asociación Empresarial Innovadora.
De la Rubia, de Cajamar, explicó que el objetivo del encuentro era poner de manifiesto la innovación como motor de desarrollo en la agricultura con los centros tecnológicos, que son el nexo entre empresas, conocimiento y universidades.
Durante su intervención, Carlos Jiménez, de Acesur, destacó cómo su pilar fundamental es, precisamente, la innovación. Detalló cómo en la Hacienda Guzmán poseen un 95% de variedades de aceitunas del mundo, así como una almazara experimental para trabajar la mejora de la calidad y el rendimiento del aceite e oliva. Entre los proyectos que llevan a cabo, comentó el de la investigación de los aceites alternativos a base de aguacate o coco, por ejemplo, que se complementan con otros de alto valor añadido. Carmen Capiscol, de Citoliva, puso de relieve que los pilares de innovación tienen la calidad, entendida también como producto de salud. Precisamente, hizo hincapié en los descubrimientos saludables realizados sobre el aceite de oliva virgen extra. “Sin descuidar la sostenibilidad y adentrándonos en la digitalización, con una industria 2.0”.
José María Navarro, del centro tecnológico Andaltec, con sede en Martos, desgranó el trabajo que realizan con el plástico, que a pesar de “parece no tener relación con el olivar”, han realizado nuevas investigaciones en las que mezclan un 20% de material desechable y sustituyen el propileno por materia renovable. Defendió que a pesar de la “mala imagen” que puede tener hoy en día la empresa del plástico, su objetivo es buscar que sea un producto sostenible pues, la normativa de la Unión Europea en la que se prohibirá el uso de plásticos de una sola utilidad, afectará “invariablemente” a todo el mercado, y por ello se deben, según comentó, buscar métodos sostenibles que ayuden a que el producto que conservan en su interior dure más y contamine menos.
DEBATE. El estand de Cajamar es el lugar de encuentro para el debate amistoso sobre la situación del olivar, en general, y las aplicaciones de diversos sectores que le afectan, en particular. Además de la mesa dedicada a los centros tecnológicos, el lugar también acogió una charla con los aceites denominación de origen de la provincia, donde se habló del campo, del olivar y su estado según los últimos datos, así como de la venta del aceite de oliva y de los precios.