Tajos parados para protestar por el precio

Continúa la lucha en el campo. El aceite de oliva es uno de los mayores recursos económicos de la provincia. Muchas familias dependen de sus ventas para subsistir todo el año. Por este motivo, el constante cambio del valor del óleo provoca que la economía jiennense se resienta. Estas permutas en el precio han hecho que el sector se encuentre en una profunda crisis de la que, poco a poco, se busca la salida. Y es que desde hace casi dos años, las ventas de aceite de oliva están dejando de ser rentables para los agricultores, ya que la mano de obra y los productos utilizados a lo largo del año para cultivar la aceituna cuesta más dinero que lo que realmente se gana con las operaciones. Por este motivo, los olivareros continúan con las protestas para conseguir que la situación revierta. La última se está produciendo en estos primeros días de diciembre, cuando los propios agricultores han decidido parar los tajos durante la jornada de ayer y hoy como modo de reivindicación. También las cooperativas han cerrado sus puertas en este parón de la actividad. Una iniciativa que no ha tenido nada que ver las organizaciones agrarias, sino que han sido los propios olivareros quienes han decidido cortar la recogida de la aceituna y concentrarse en las explanadas de las almazaras, ya que hay más espacio para respetar las normas de prevención del coronavirus. Así, ayer se vivió en muchos municipios de la provincia una jornada de protestas, que seguirán hoy.

Estas manifestaciones llegan después de un parón en las protestas debido a la incidencia del virus, ya que hay que recordar que el año comenzó con un corte de las principales carreteras de Jaén, en pleno mes de enero. En febrero, llegaron las concentraciones en las plazas de los 97 pueblos de la provincia, con una gran respuesta de los propios vecinos. Asimismo, para marzo estaba previsto una protesta en el puerto de Algeciras, como principal entrada de aceite de otros países, pero esta reivindicación no se pudo hacer debido al confinamiento y se pospuso al mes de julio. Por último, en agosto, los olivareros de la Sierra de Segura salieron a la calle para manifestarse contra los bajos precios. Desde entonces, los agricultores no protestaban, hasta estos días con la paralización de la actividad en plena campaña oleícola.

Aún así, la reivindicación llega después de que los valores del producto se hayan reactivado en el inicio de la temporada 2020-2021, y es que el virgen extra ha llegado a venderse por encima de los tres euros el litro, aunque ahora está a unos 2,60. Por su parte, el virgen y el lampante han seguido paralizados sobre los dos euros. Con este panorama, los agricultores continuarán sus protestas para conseguir que el valor del aceite de oliva se reactive en todas sus categorías con el objetivo de que los olivareros salgan de esta profunda crisis en la que llevan inmersos casi dos años. Esta lucha se hace más importante con vistas a la buena cosecha que se prevé, por lo que dar salida a todo el aceite producido a un buen precio es el reto principal del sector y es lo que persiguen los agricultores. Así, hoy los tajos continuarán parados en gran parte de la provincia como medida reivindicadora.