Soledad González, decana del Colegio de Arquitectos de Jaén: “Tenemos un papel decisivo en la sociedad”
Hoy se celebra el Día Mundial de la Arquitectura y, como cada año, el colegio oficial ha preparado una serie de actividades para conmemorar esta fecha

Hoy se celebra el Día Mundial de la Arquitectura y, como cada año, el Colegio Oficial de Arquitectos de Jaén ha preparado una serie de actividades para conmemorar esta fecha tan señalada en el calendario. Durante la mañana de la jornada de hoy, tendrá lugar el acto institucional, donde se leerá el manifiesto “Proyectamos el futuro ahora” para una posterior visita a la Catedral de la mano de Rafael Casuso. Lo cuenta en detalle, Soledad González Gómez, decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Jaén.
—¿Qué es lo que pretenden manifestar en este día señalado en el calendario?
—Como cada año, el primer lunes del mes de octubre, este año es el día 7, celebramos el Día Mundial de la Arquitectura. En este fecha, los arquitectos nos marcamos un objetivo y este año nos centramos en el futuro porque las arquitectas y los arquitectos tenemos un papel determinante en nuestra sociedad. El quehacer diario de todos nuestros profesionales construye la ciudad, que va a ser la ciudad del presente y del futuro. Además, esa ciudad para el futuro supone el engranaje de todas nuestras actuaciones, algo que se traduce sobre el tejido urbano de pueblos y ciudades. Entonces, nosotros reivindicamos hoy, en el Día Mundial de la Arquitectura, ese papel del arquitecto, porque queremos ser, mediante ese labor que realizamos, líderes en reclamar un entorno construido de alta calidad y que sea ese un derecho real y efectivo para todos los ciudadanos.
—¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan actualmente los arquitectos?
—El desafío se traduce en regenerar todas las áreas degradadas de las ciudades que incluye poner en valor también esos pueblos deshabitados que tienen un gran potencial. Los arquitectos hoy estamos coordinados con la Administración en ese gran aparato que es la rehabilitación, que se puso en marcha desde la covid-19 y que ha venido para quedarse. El Colegio de Arquitectos, en concreto, creó la Oficina de Apoyo a la Rehabilitación con la gran labor de informar al ciudadano de todas las posibles vías para acceder a las ayudas de rehabilitación energética de sus viviendas o de sus edificios en caso de comunidades. Esa es la meta que tenemos. Concienciar a las personas de que no dejemos pasar esa gran oportunidad, que ese dinero está ahí para aprovecharlo y para que esos edificios que a lo mejor estaban destinados a morir, pues con estos programas estemos consiguiendo que se pongan en valor.
—La arquitectura sostenible es ya una realidad, ¿cómo se está adaptando el Colegio?
—Este tema de la sostenibilidad está resultando, desde mi punto de vista, un tema un poco trillado. Siempre he dicho que yo desde que empecé mis estudios en la Escuela de Arquitectura, hace ya bastantes años, estas técnicas eran básicas de nuestros programas de estudio. El estudio del soleamiento, la orientación de los edificios, el uso de los materiales idóneos para cada clima y las técnicas constructivas eficientes ha sido siempre la máxima de los proyectos que asumimos los arquitectos. Y añadido a esto abro una brecha por los grandes profesionales que se han dedicado a la fabricación de materiales de construcción y para las instalaciones. Yo creo que todos han perseguido que sus equipos y productos fueran lo más eficaces posibles.
—El papel de la arquitectura en el desarrollo urbano y social de las ciudades es fundamental.
—Por supuesto que sí. Desde el diseño de la trama urbana, donde los arquitectos desempeñamos también nuestra función, hasta el edificio concreto, nosotros como arquitectos tenemos una función imprescindible. Lo deseable sería que ese largo camino que hay que recorrer desde una planificación urbana hasta el edificio formando parte de esa ciudad del futuro, nos acompañe también la ciudadanía. Creo que es necesario, al menos desde mi punto de vista personal, que el ciudadano sea responsable de todo ese proyecto común también. Un edificio que va destinado a un uso residencial no se convierte en una casa hasta que el ciudadano la habita y la convierte en un hogar. Al final los hogares hacen ciudad y esta es importante por las personas que la habitan.
—¿Cómo está apoyando el colegio a los arquitectos jóvenes?
—Desde llegamos a la junta de gobierno, los jóvenes fueron un asunto prioritario. El mundo ahora es muy cambiante. Ahora mismo estamos manejando conceptos de inteligencia artificial que parece que vienen a invadirnos. Los arquitectos jóvenes tienen un papel importantísimo porque ellos van a ser la generación que empiece a mover la arquitectura desde esos otros puntos de vista. Nosotros queremos, como Colegio de Arquitectos y con la experiencia que tenemos, ayudar a ese sector y que ellos también nos ayuden a nosotros a crear el futuro de la profesión.
Vamos a hacer todo lo posible para ayudarles al comienzo de esta tarea que, como cualquier otra profesión, no deja de tener sus propias complicaciones. Pero ahí estaremos nosotros para la formación y el intercambio de opiniones con el objetivo de que nos beneficiemos todos.
—¿Cuál es la relación ahora mismo el Colegio con las administraciones públicas?
—Tiene que ser buena porque estamos todo el día de la mano, nos necesitamos unos a otros. Las administraciones tienen también que comprendernos porque, al final, el arquitecto es el responsable en gran parte del proceso constructivo y nosotros somos los que asumimos esa seguridad. Esa comprensión que pedimos se traduce en que se agilicen también trámites, que las administraciones no duden de la profesionalidad de los arquitectos, sino que ya somos cada uno conscientes de nuestra propia manera de actuación.
—¿Qué cambios ha experimentado la arquitectura a nivel provincial en todos estos años?
—Ahora todo evoluciona, pero yo creo que favorablemente. Vamos poco a poco manejándonos con las nuevas normativas. El edificio está muy protegido a base en muchas ocasiones de ensayo y error. Yo creo que es muy satisfactoria la calidad de la edificación que se ve en la provincia.
—Por el Día Mundial de la Arquitectura, ¿cuál sería su mensaje de cara a la sociedad?
—Estamos construyendo unos edificios que nos van a sobrepasar en el tiempo. Vamos a morir y los edificios perduran. Eso es algo que dejamos en herencia y tenemos la responsabilidad todos, ya sea proyectándolo, construyéndolo o usándolo, de dejar ciudades sostenibles.