Sesenta años del Palacio de Justicia
El edificio tardó casi seis años en construirse y costó diez millones de pesetas


El Palacio de Justicia de Jaén acaba de cumplir 60 años. El “hermoso edificio”, como fue calificado por las crónicas periodísticas de la época, sigue manteniendo la función para la que fue diseñado hace ya seis décadas por el arquitecto José María Rodríguez Caro: celebrar juicios, básicamente. Y lo hace en una etapa en la que hay muchas más sombras que luces con respecto a la futura Ciudad de la Justicia, la infraestructura que está llamada a tomar el relevo del inmueble de la calle Arquitecto Berges. Un proyecto que comenzó a fraguarse hace ya más de 20 años y que, a día de hoy, continúa estancado.
El Palacio de Justicia tardó casi seis años en construirse y tuvo un coste de 10 millones de las antiguas pesetas —dos millones más de lo presupuestado inicialmente—. Anteriormente, la conocida como “Audiencia de lo Criminal” tuvo diversas ubicaciones, como la “Casa del Miedo” en la Plaza de San Bartolomé y la “Casa del Marqués de Belgida” en la calle Cerón. Ya a principios del siglo XX, esta institución estuvo instalada en el “ángulo oeste” del edificio de la Diputación. No obstante, a mediados de la década de los cuarenta, el Ministerio de Justicia planteó la idea de construir un inmueble que unificara todos los servicios de la Audiencia. El Ayuntamiento puso a disposición un solar de casi 3.000 metros cuadrados en la zona del “ensanche” de la ciudad, una zona también conocida en la época como “el nuevo Jaén”.
En el verano de 1948, el arquitecto José María Rodríguez Caro diseñó el proyecto y las obras comenzaron a finales de 1949. Fueron unos trabajos que se encontraron muchísimas dificultades, sobre todo por “la fuerte diferencia de nivel” entre las calles Arquitecto Berges —donde está la fachada principal— y Carmelo Torres, donde se ubica la parte trasera del inmueble. Finalmente, el Palacio de Justicia fue inaugurado por el entonces ministro del ramo, Antonio Iturmendi, en un acto que, según las crónicas del día, fue “multitudinario”.
Además de la Audiencia Provincial, que entonces tenía dos secciones, el inmueble ya albergaba las dependencias de los Juzgados de Instrucción y Municipal, del Registro Civil y de los Colegios de Abogados y Procuradores: “El edificio cuenta con dos salas de vistas, cada una de 40 metros cuadrados de superficie, que llevan consigo departamentos para espera del público, despacho de deliberaciones y servicios”, añade la noticia publicada por Diario JAÉN el día después de la inauguración oficial, el 13 de noviembre de 1956. En la tercera planta, en lo que hoy son las dependencias de la Fiscalía Provincial, se encontraban las viviendas del presidente de la Audiencia y del fiscal jefe, dos residencias que existieron hasta hace apenas una década. De hecho, Pío Aguirre —hoy todavía en activo— fue el último inquilino de esa vivienda. En los sótanos, donde hoy se ubican dos juzgados de Primera Instancia y el Registro Civil, se encontraban, entonces, los domicilios de los conserjes, los archivos y los almacenes.
El Palacio de Justicia es el centro neurálgico de la administración judicial de la provincia. Eso sí, el edificio se quedó pequeño para albergar el cada vez mayor número de juzgados de todas las jurisdicciones. La dispersión de las sedes judiciales —con más de una decena de ubicaciones repartidas por toda la ciudad— y el consiguiente gasto en alquileres —más de un millón de euros al año— son los argumentos que utilizan las voces que piden ya “jubilar” el Palacio de Justicia y sustituirlo por la Ciudad de la Justicia.