Sentir cofrade bajo las trabajaderas en el XLI Pregón del Costalero

La Cofradía de la Expiración cerró el Viernes de Dolores con la lírica y la hondura espiritual de Joaquín Cruz

12 abr 2025 / 11:15 H.
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Con tan solo seis meses de vida, Joaquín Cruz Quintás ya era hermano de la Cofradía de la Expiración de Jaén. Con 43 años de edad, sigue firmemente vinculado a la agrupación jiennense. Anoche, fue el encargado de dar el cuadragésimo primero Pregón del Costalero de dicha hermandad, en un abarrotado Salón de Actos del Obispado de Jaén. Ante la atenta mirada de familiares, amigos y compañeros cofrades, dio un pregón cargado de emoción, lirismo y memoria viva del sentir cofrade. Para la ocasión, el jiennense contó con la inestimable compañía de Luis Vera, hermano mayor de la cofradía; Domingo Pérez, párroco de San Bartolomé y capellán del Centro Penitenciario de Jaén, junto a Ramón Guixá, encargado de presentar al pregonero. “Costalero desde que estudiaba segundo de Bachillerato en el colegio Maristas y aún en su cuarentena, lo sigue siendo con idéntica fe y pasión”, compartió Guixá con los presentes. “Cristiano comprometido, beligerante y callabocas, rasgos tan necesarios en estos tiempos confusos y equívocos, también sin duda en lo religioso”. Así definió el presentador al pregonero de una iniciativa con mucha solera en la Semana Santa jiennense. Ya pregonó a la Virgen de la Capilla en 2021 y fue el pregonero de Gloria en Jaén en 2023, sumando ayer este tercero a la lista.

Cruz convirtió su testimonio personal en un canto profundo a la vocación cofrade, a la fe y al compromiso bajo las trabajaderas. Hombre de letras, su pregón contó con un profundo liricismo adornado de una arraigada devoción que atraviesa generaciones. “El año en que yo nací, iniciaba su caminar el cuerpo de costaleros de la Expiración, y fue así la nuestra la primera cofradía en portar a hombros todos sus pasos, mostrando con el dedo sanjuanista de unos jóvenes valientes el camino para vencer aquel mal sueño de chasis”, pregonó el jiennense en su prefacio. Acompañado por la música de Jacobo Herrera al piano, Cruz fue desgranando su devenir cofrade y sus vivencias más personales llevando a hombros las imágenes titulares de su cofradía. “Nosotros soñamos despiertos este sueño de pasión cofrade”, enarboló el pregonero desde el atril. Un discurso, en definitiva, marcado por la belleza de la palabra y la hondura espiritual, siempre yendo a la raíz y el sentido de ser costalero. “Si suena el llamador en nuestra plaza, callado ya el murmullo de la fuente, acepta como ofrenda, mis costales”, sentenció Quintás para finalizar su pregón, dejando en el aire un eco de fe y eterna gratitud.



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