Señales que impiden aparcar en la calle Eduardo Arroyo

Avisos de prohibido estacionar hasta el fin de obra y bloques de plástico

27 jul 2018 / 08:16 H.

Habrá que ver si, definitivamente, hoy, o como tarde el lunes, comienzan los trabajos de reforma de la calle Doctor Eduardo Arroyo. Por lo pronto, ayer, de nuevo, como ya ocurrió el pasado 16 de julio, había señalización que avisaba de ello y que impedía aparcar en el carril ascendente de la vía, que va de Los Jardinillos a Álamos. En teoría, no es posible estacionar en esta arteria desde hace 24 horas, pero la prohibición, al menos, en los primeros momentos, no fue respetada ya que este jueves por la mañana había vehículos detenidos y otros de reparto, cuyos conductores se las habían arreglado para sortear los bloques de plástico que estrechan la calle. También se observó cierto caos, motivado por aquellos que tuvieron que subirse a la acera del carril de bajada. Hay que tener en cuenta que Doctor Eduardo Arroyo canaliza todo el tráfico que procede del Paseo de la Estación hasta el centro y hacia la Ronda Sur, al estar restringida la circulación entre la Plaza de la Constitución y la Catedral.

Fuentes municipales explicaron que la colocación de las señales depende de la propia empresa adjudicataria del proyecto. Fue la contratista la que decidió posponer el comienzo de la obra, al estar trabajando en otros puntos de la capital, en el marco del primer plan de asfaltado. Con los trabajos que se acometerán, una vez que se pongan en marcha, La vía perderá la zona azul de estacionamiento y la calzada quedará reducida a seis metros, tal y como precisó en la presentación del proyecto el concejal de Mantenimiento Urbano, Juan José Jódar. La idea es que, en un posterior programa de reparación de calles, en el que ya se trabaja, se intervenga desde el Paseo de la Estación a la Plaza de los Jardinillos, sin olvidar Madre Soledad Acosta y Millán de Priego, para que todo el eje tenga el mismo aspecto que la calle Eduardo García Arroyo. Se apuesta por un acerado de granito y por el asfaltado impreso, tan criticado por parte de la población por su uso en el casco antiguo.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes, Juan Carlos Ruiz, adelantó que se invertirá el sentido de la vía, en momentos puntuales y conforme avancen las obras, de la calle Álamos. Es más, será necesario, tal y como apuntó, proceder al cierre total de la calzada, para acometer los nuevos saneamientos, por lo que la circulación habrá que desviarla por la calle Bernabé Soriano y la Plaza de San Francisco. Tanto el acceso como la descarga de mercancías en el mercado de San Francisco y el transporte urbano estará garantizado durante todo el tiempo en el que se prolongue la obra. Los usuarios de las cocheras afectadas por la intervención tendrán a su disposición, tal y como explicó la sociedad municipal Epassa, las instalaciones del aparcamiento municipal de La Victoria, en la calle Baeza.