Las palabras de Sebastián Chico, nuevo obispo de Jaén

Amadeo Rodríguez deja el cargo a sus 75 años tras un lustro como cabeza de la Iglesia en la provincia

25 oct 2021 / 10:19 H.

Sebastián Chico Martínez es el nuevo obispo de Jaén, después de que Amadeo Rodríguez Magro deje el cargo por jubilación. La entrada oficial del nuevo obispo será el próximo 27 de noviembre, a las 11 de la mañana, en un acto que se celebrará en la Catedral con presencia de otros obispos.

Por su parte, Rodríguez Magro será administrador apostólico de la Diócesis. Deja de ser obispo tras cinco años “de servicio y de felicidad, por el afecto que he sentido por parte de la comunidad diocesana”, señaló el hasta entonces obispo de Jaén durante la rueda de prensa. Asimismo, hará una despedida oficial el 20 de noviembre, una semana antes de que Sebastián Chico Martínez se presente ante la sociedad jiennense

<i>Amadeo Rodríguez Magro anuncia su cese en el cargo en favor de Sebastián Chico Martínez</i>
Amadeo Rodríguez Magro anuncia su cese en el cargo en favor de Sebastián Chico Martínez

OBISPO AUXILIAR DE MURCIA DESDE 2019

Sebastián Chico Martínez nació en Cehegín (Murcia) el 12 de mayo de 1968. Realizó los estudios de Ingeniería Técnica Industrial en la Universidad Politécnica de Cartagena. En 1995, con 27 años, ingresó en el seminario, obteniendo el título de Bachiller en Teología en el centro de estudios de San Fulgencio, afiliado a la Pontificia Universidad de Salamanca. Fue ordenado sacerdote el 7 de julio de 2001.

Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de Cartagena, donde ha ocupado los siguientes cargos: coadjutor en la parroquia San Francisco Javier de Murcia (2001-2003); párroco de Santiago Apóstol y de San Isidro y corresponsable de Pastoral Universitaria en la Universidad Politécnica (2003-2010) en Cartagena; capellán de la guardería San Rafael (2006-2008) y de la comunidad Sagrada Familia (2007-2008) en Cartagena; arcipreste de Cartagena-Este (2007-2010); párroco de Nuestra Señora del Rosario en Santomera y vicario episcopal de la zona suburbana II de Murcia (2010-2011); miembro de la Comisión de actividades de Pastoral Juvenil (2010) y del Consejo Presbiteral (2011-2015).

En el momento de su nombramiento episcopal era rector del seminario mayor San Fulgencio y del seminario menor San José, en la diócesis de Cartagena. Cargo que ocupaba desde el año 2011. Desde 2016 es canónigo numerario de la catedral y miembro del colegio de consultores.

El 20 de febrero de 2019 se hace público su nombramiento como obispo auxiliar de Cartagena. Recibe la ordenación episcopal el 11 de mayo de 2019 en la Catedral de Murcia.

Las primeras palabras como obispo de Jaén

“Doy gracias a Dios por esta nueva llamada que me hace en el camino de la vida, para que, puesta siempre la mirada en Él, le siga en esta nueva etapa sirviendo a esta hermosa tierra andaluza, desde donde emana el agua, nuestro río Segura, que riega gran parte de la tierra donde fui llamado a la vida, a ser cristiano, a ser sacerdote y a vivir mis primeros años de apóstol en el Ministerio Episcopal.

Me presento ante vosotros como vuestro obispo y me siento dichoso por esta “esposa” que Dios me regala, a la que ya amo, por pura gracia. Os amo con todo mi ser, con todo mi corazón, y me entrego a vuestro servicio por entero y para siempre. Su hermoso rostro sois cada uno de vosotros queridos jienenses.
Agradezco al Santo Padre, el Papa Francisco, la confianza que ha depositado en mí para nombrarme vuestro obispo, al que manifiesto mi total comunión.
Voy a vosotros con la intención de compartir vuestra vida, caminando juntos como discípulos y seguidores de Jesús. Soy, al mismo tiempo, hermano vuestro por el bautismo y obispo por el encargo apostólico que se me encomienda. Quiero ser un pastor según el corazón de Cristo, un hombre de esperanza. Soy consciente de mis limitaciones y debilidades. Os manifiesto mi deseo de servir al Señor con fidelidad y a vosotros con total entrega. Confío plenamente en la Misericordia de Dios y en su Gracia, como así reza mi lema episcopal: “Me basta tu Gracia”. No obstante, tened paciencia conmigo y ayudadme para que responda adecuadamente a la voluntad de Dios.
El Espíritu nos invita a que toda la Iglesia local camine en sinodalidad, viviendo la comunión, la participación y la misión. Es un momento de gracia y estoy convencido de que Dios me ayudará a conoceros mejor, a atisbar lo que Él nos está pidiendo y, como dice el Papa Francisco, a “hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerzas a las manos”.

Saludo, especialmente, a mi predecesor Mons. D. Amadeo Rodríguez Magro, al que le agradezco las palabras de acogida, de cercanía y fraternidad que me dirigía hace unos días. En ellas me manifestaba su gran amor y cariño a nuestra Diócesis de Jaén, y me alentaba a una total entrega. Sentí gran alivio en mi corazón temeroso ante tan gran misión. Soy un eslabón más, dentro de vuestra rica historia, que continua la preciosa cadena de la Sucesión Apostólica. Acojo con agradecimiento sus palabras de disponibilidad hacia mi persona y a la Diócesis.
También, saludo con gran afecto a Mons. D. Ramón del Hoyo López, nuestro obispo emérito al que manifiesto mi cercanía, mi fraternidad y mi oración.

Os saludo con afecto a vosotros, queridos sacerdotes, ya sois mi familia, enraizada en la fraternidad sacramental, signo de la veracidad de nuestro testimonio evangélico. Sois un gran presbiterio. Una Iglesia a la que sirvió con amor San Juan de Ávila. Estoy convencido que el Señor seguirá dando abundantes frutos a nuestra Iglesia, con nuestra pobreza y la humildad de nuestra entrega.
Saludo a los diáconos, a los seminaristas, a los religiosos y religiosas de los Institutos de Vida Consagrada, Sociedades de Vida Apostólica y Vírgenes Consagradas; a los movimientos, a las asociaciones, a las cofradías y grupos laicales de nuestra Diócesis. Gracias por vuestra oración.

Manifiesto mi respeto y mi cercanía a las autoridades civiles, militares, judiciales y académicas de la Comunidad Autónoma de Andalucía, de nuestra Provincia de Jaén y de cada uno de nuestros pueblos y ciudades. Contad con mi disponibilidad y colaboración para buscar el bien, la verdad, la caridad y la justicia para nuestra sociedad.
Os hago llegar un fuerte abrazo paternal a todos vosotros queridos fieles, familias, niños, jóvenes, ancianos, pero especialmente a los que, por diversas circunstancias, vivís la enfermedad, el sufrimiento, la soledad, la pobreza, la migración, estáis en el centro de mi corazón.

Ruego que recéis por mí para que cada día refleje con más claridad en mi vida el “Santo Rostro” de Cristo, que como joyero custodia nuestra majestuosa Catedral, para que sea el buen pastor que necesitáis.
Pongo mi Ministerio Episcopal junto al manto maternal de la Santísima Virgen de la Cabeza, la Morenita, patrona de la Diócesis de Jaén, donde están presentes todas las advocaciones marianas con las que manifestáis el gran amor que le tenéis a la Madre del Cielo, y pido la intercesión de San Eufrasio, también nuestro patrón, junto con la de todos los beatos y santos que han vivido en esta bendita tierra.
Encomendándoos a San José, patrón y protector de la Iglesia universal, especialmente en este año dedicado a él, pido a Dios que os bendiga a todos.”