Sangre de funcionario de prisiones para pedir seguridad

Los trabajadores de la cárcel protestan contra las agresiones y reivindican una mejora de su “precaria” situación laboral

01 sep 2017 / 10:35 H.

El pasado año, diez funcionarios del Centro Penitenciario de Jaén sufrieron alguna agresión física mientras estaban trabajando. “Son cada vez más frecuentes y eso que, en la actualidad, hay menos presos en las cárceles”, señala Pablo Viedma, delegado sindical en Jaén de Acaip, el sindicato mayoritario en el gremio de los trabajadores de prisiones. Dice este colectivo que cada día se produce al menos una agresión en las cárceles españolas y que, de forma más detallada, en los últimos cuatro años las agresiones a funcionarios de prisiones se han incrementado en un 15 por ciento, “cuando en el mismo periodo el descenso del número de presos ha sido de un 11 por ciento”. “Y en estas estadísticas no se incluyen otras conductas violentas que sufrimos, como por ejemplo, las amenazas o los insultos. Si un preso nos pone un pincho en el cuello y no nos causa lesión no cuenta para la estadística y no se considera agresión”, explica.

Para llamar la atención sobre esta situación y reivindicar una mejora de la “precaria” situación laboral que sufren los funcionarios de la prisión ha realizado una peculiar protesta: donar sangre. Casi una veintena de trabajadores del Centro Penitenciario de Jaén acudieron ayer al Centro de Transfusiones del Complejo Hospitalario y realizaron este gesto solidario.

Viedma denuncia “la caótica y penosa situación” de los presidios: “Cada día están peor, tanto en recursos materiales como humanos; prácticamente abandonados por el Ministerio del Interior”, asegura para hacer hincapié en la falta de personal y en el hecho de que es fundamental que los funcionarios adquieran la condición de agentes de la autoridad pública: “Es incongruente que un médico en un hospital lo sea y nosotros, que estamos trabajando con personas que han cometido algún delito, no lo seamos”, dice Viedma.

Si unas semanas atrás los representantes de Acaip repartían chorizos en mesas explicativas ubicadas junto a las Subdelegación de Gobierno para captar la atención de los transeúntes sobre su situación laboral, ahora han decidido “desangrarse”. Con el lema “Cada agresión, una donación”, buscan reclamar más seguridad en su lugar de trabajo. Así, de paso, y según el comunicado enviado a Diario JAÉN, demuestran “el grado de compromiso con la sociedad española”, pues, en plena Operación Retorno, el líquido vital “es necesario”.

Creado en el siglo XIX, el actual cuerpo de funcionarios de prisiones pertenece a la Administración General del Estado (AGE). Su actividad no se limita a la guardia y custodia de los reclusos, recuerda Viedma, que destaca: “Trabajamos por la resocialización y adecuación de los internos, para que, cuando salgan en libertad, puedan tener una buena conducta”.