Sanciones en Deán Mazas por servir bebidas en la calle

La Policía Local levanta varias actas contra un local por no respetar el descanso

28 dic 2018 / 09:34 H.

Toda acción tiene una reacción igual y opuesta. Eso dice una de las leyes de la física, la tercera de las que enunció Isaac Newton y fue lo que ocurrió en Deán Mazas. Apenas 24 horas después de que cinco comunidades de vecinos y los responsables de la residencia de ancianos y el hotel de la plaza denunciaran los excesos por el consumo de alcohol en plena vía pública, con la consiguiente advertencia de que acudirían a la Comisaría si era necesario, la Policía Local informó de que había invertido en esta zona de ocio. En su activa cuenta de Twitter, el Cuerpo informó que había levantado “varias actas” de infracción a un establecimiento “por servir bebidas alcohólicas fuera del establecimiento”. Ello, informaron, favoreció la concentración de las personas en los alrededores del local y, por lo tanto, generó molestias a los vecinos. Además, se sancionó al pub por pinchar música, sin poseer licencia para este tipo de actividad. ‏”El ocio de unos no puede ser el perjuicio del descanso de otros”, continúa este mensaje policial.

“Desconocemos si eso se ha producido. En cualquier caso las sanciones son tan leves que a los bares les sigue siendo rentable incumplir las normas”, reflexionó uno de los afectados por el ruido y el resto de molestias que genera el “botellón” en Deán Mazas. Los residentes en esta parte de la capital, que es de las más caras, están muy indignados, se sienten “víctimas” de los cambios en la ordenación del tráfico, derivados de las obras en la calle Cronista Cazabán y la plaza aledaña, que les obliga a dar un tremendo rodeo para llegar a sus cocheras y, para colmo, sostienen que, al haberse primado la ocupación del espacio público por los negocios de hostelería, ni siquiera pueden acceder a sus cocheras. Además, critican que, al no haberse delimitado la zona de circulación de vehículos, los clientes de los locales de ocio ocupan toda la calzada, con lo que la concentración de personas es mucho mayor que cuando solo se reunían en la parte de las terrazas. Ello, insisten, genera inconvenientes como la rotura de vasos y una mayor suciedad del suelo, que está recién estrenado, a consecuencia de bebidas que caen y comportamientos incívicos, como miccionar en los portales de los bloques.

Estas quejas llegan después de haber soportado las obras de remodelación en la zona, que comenzaron en julio y se prolongaron hasta comienzos de este mes, cuando estaba previsto que culminaran en septiembre. Los trabajos ya les impidieron hacer un uso normal de sus plazas de garaje. Además, se lamenta que no se hayan delimitado las zonas de carga y descarga, lo que afecta tanto a los clientes del hotel como a los traslados de los internos de la residencia de mayores. Cuando se inauguró una parte de la plaza, en octubre, se dieron casos como el de una ambulancia que no pudo llegar hasta el centro asistencial, lo que obligó al celador a trasladar a una anciana en su camilla entre los veladores de un local.