San Ildefonso vuelve a latir al paso de su cruz más verdadera
La Cofradía de la Vera Cruz procesiona con solemnidad y profunda devoción

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La Cofradía de la Vera Cruz, cofradía decana, vuelve por segunda vez a hacer el delirio del barrio de San Ildefonso. Nos retrotrae a esa primera y verdadera Cruz. Es tarde de claveles, monte calvario de iris, cardos y flores blancas. Una congregación que guarda una relación directa con la Guardia Civil, la cual se hizo presente en el pórtico gótico de la Basílica Menor, mientras resonaba el canto de “La muerte no es el final”. Tras ello, la Cruz de Guía dio paso al cortejo y al primer tramo de hermanos de luz, que portaban su traje de estatutos, como antesala de la imagen de Jesús Preso. Imagen de Ramón Mateu, adornada con un exorno floral compuesto por rosas, iris, margarita de botón, margarita arlequín, verde africano, clavel del poeta, liatris, flor de cera y estátices morados. Fue acompañada musicalmente por la Agrupación Musical de El Carpio, informa Juanjo Armijo.
Otro grupo de la benemérita aguardaba la llegada del titular de la Congregación: el portentoso “Señor del Trueno”, acompañado por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Amarrado de Ávila, quienes ya han acompañado en años anteriores. El paso de la “Verdadera Cruz” estaba engalanado con rosas, iris, verónicas, cardos, verde africano, flor de cera, eucalipto morado, aloe vera, espino y flor de la viuda. Hablar de la Vera Cruz es hacerlo también de ese paso de palio de plata de ley, forjado en los afamados talleres de Villarreal, adornado esta tarde con rosas, esparraguera, esparraguera blanca, flor de arroz, estátice lila y clavel blanco. Volvieron a ser acompañados por la Banda de Música de Jamilena.
La cofradía dibujó en su entrada a la carrera oficial un cuadro lleno de contrastes. El paso firme pero reposado del Señor Preso conjugado con el andar largo del Cristo de la Vera Cruz para finalizar con el hermoso tintineo de las bambalinas. Al paso de la Virgen de los Dolores por la calle Bernabé Soriano, sonó el Himno de la Guardia Civil. Con el transcurrir de las horas y el recogimiento del público que la acompañaba, la Cofradía de la Vera Cruz culminó su estación de penitencia regresando a su templo con absoluta normalidad, en un ambiente de respeto, solemnidad y profunda devoción. El regreso fue pausado, tras ascender por Campana, Plaza de Santa María y retornar a San Ildefonso envolviendo las calles a su paso de en un clima de recogimiento y emoción contenida. Las miradas se alzaban hacia el cielo en busca de consuelo, mientras el incienso dibujaba en el aire los últimos suspiros de una tarde-noche que quedará para siempre en la memoria colectiva de un barrio que volvió a latir al paso de su cruz más verdadera. A continuación, puede ver un resumen de la procesión, así como un enlace por si quiere ver la procesión completa.