Samuel Vázquez: “El Gobierno es la Cosa Nostra”
El portavoz nacional de Seguridad, Inmigración e Interior de Vox habla con Diario JAÉN sobre el estado de la criminalidad en el país y la llegada de inmigrantes en una visita a la capital

LA ENTREVISTA
Es hijo y nieto de mineros. Nació en Mieres, en Asturias, en 1975. Asegura que el socialismo ha arrasado con la actividad minera y siderúrgica en la comunidad asturiana, al igual que en el resto del país. Hace una semana visitó la capital para hablar de inmigración y criminalidad.
—¿A qué se debe su visita a la capital jiennense?
—Estoy recorriendo toda la geografía española ante la preocupación evidente de los ciudadanos de cada provincia por el aumento de la criminalidad. En algunos sitios es mucho más abrupto que en otros. Pero prácticamente este aumento queda reflejado en todo el territorio nacional. Ahora mismo lo único que se salvaría un poco sería la zona de la línea norte. Como portavoz nacional de Seguridad, Inmigración e Interior de Vox, vengo para intentar trasladar un mensaje real, lo que está pasando y, sobre todo, lo que va a suceder, que es lo que no transmite nunca ni el PP ni el PSOE. Los delitos violentos están creciendo drásticamente.
—¿Qué va a pasar?
—Nos vienen unos años muy duros. Nos estamos acercando peligrosamente al escenario de Francia y al de Bélgica. Al principio, lo vimos en el Corredor del Mediterráneo, en las provincias costeras y en el País Vasco y Cataluña, por el experimento sociológico político de sustitución demográfica, de rechazo de lo hispano, de la inmigración hispanoamericana para cambiarla por otro tipo de inmigración. Estamos recibiendo procesos de inmigración ilegal descontrolados, desbordados en el espacio y en el tiempo. Son imposibles de gestionar e integrar. Se trata de culturas que no tienen nada que ver con la nuestra, que chocan frontalmente en aspectos como el respeto a la mujer. La situación cada vez se está poniendo peor. No tiene nada que ver con la nacionalidad, ni con la raza, ni con el color de la piel. Tiene que ver con los procesos desbordados. Entran por miles con la flexibilidad que existe en el control de las fronteras. No sabemos de dónde vienen, no sabemos lo que han hecho antes de llegar aquí. Ni siquiera sabemos si tienen la intención de integrarse.
—¿Cómo ve a la provincia de Jaén en materia de inmigración y seguridad?
—La provincia de Jaén es una de esas provincias que denomino peligrosas. ¿Por qué? Porque no te llevan a la realidad que vive el territorio, sobre todo por los números que arroja el Ministerio. Cuando la situación todavía no ha explotado criminalmente, el mensaje siempre es el mismo: aquí todo va bien, estamos por debajo de la media y no hay que hacer absolutamente nada. Lo que pasa es que si no se hace algo en 5 o 6 años, Jaén caerá en el pozo de la criminalidad, como otras provincias de España. No soy un alarmista. Hay que transformar el modelo policial al completo.
—¿Cree que en las siguientes elecciones municipales habrá más alcaldes o alcaldesas de Vox en la provincia de Jaén?
—Estoy absolutamente seguro. Desde octubre, el crecimiento de Vox era lineal hacia arriba. Era tanto el crecimiento que tuvieron que utilizar a Trump para contar mentiras o manipular el mensaje. Pusieron la excusa de los aranceles, cómo si alguna vez hubiéramos estado a favor. Estar a favor de Trump no significa estar a favor de todo lo que haga Trump. Él hace lo mejor para su país y ojalá nuestros líderes hicieran lo mismo para el nuestro. Pero no es el caso.
—¿En qué comunidades autónomas cree que ya es un problema el tema de la inmigración?
—En Cataluña y en el País Vasco ya es un gran problema. He estado allí en los últimos meses y es algo palpable y evidente. Ya sabemos que no tienen ninguna intención de integrarse. Crean Estados paralelos. Primero conquistan una calle, luego conquistan un barrio entero y replican sus mundos. En esos mundos ya solo hay oratorios, mezquitas y terrazas en las que sólo se pueden sentar varones. Las mujeres no tienen permitido sentarse.
—¿Vox puede revertir esta situación si llega algún día al Gobierno de España?
—Por supuesto. No sólo Vox, sino el conjunto de la ciudadanía española, que ya está harta. Somos la civilización más libre y próspera que ha conocido la humanidad. Tenemos la obligación de ser escudo y de defenderla para dejarles el mismo mundo a nuestros hijos. Es un pacto generacional y moral. Mis abuelos dejaron un mundo mejor a mis padres, mis padres me dejaron un mundo mejor a mí. Estoy obligado a dejarles un mundo mejor a mis hijos y, de momento, no lo estamos consiguiendo.
—¿Qué políticas implementaría su formación ante la inmigración ilegal masiva?
—Nosotros llevamos años anunciando políticas que ya están funcionando en otros países, como en Italia. Giorgia Meloni ha comenzado a externalizar puertos. Está desviando a las personas que se rescatan en el mar a unos puertos seguros que cuentan con todas las garantías y que son los puertos más cercanos, que es lo que nos dice la ley marítima. Si un cayuco zozobra en sur del Mediterráneo, hay que llevarlo al puerto más cercano, no al puerto más europeo. Esta externalización de puertos provocaría que la gente dejara de tirarse al mar y evitaríamos muchísimos muertos. El Mediterráneo ya es un gigantesco cementerio. Hay otras personas que les invitan a tirarse, ponen un cartel de “welcome refugies” y, cuando llegan a España, no los quieren ni ver. Los hacinan en espacios geográficos separados y, a las personas que mueren en el mar, cogen sus fotografías y las utilizan para hacer política. Esos no somos los de Vox. Quiero solucionar los problemas de los africanos, quiero decirles que les están engañando. Las mafias se están haciendo millonarias. Cada vez hay más mano de obra barata para las élites económicas europeas. Pero, cuando llegan aquí, se dan cuenta de que no hay nada para ellos. Les dijeron allí, después de pagar el billete, que aquí tendrían un trabajo, que se harían socios del Real Madrid y que, a la semana siguiente, verían jugar a Modric en el Santiago Bernabéu. Y no, no hay ningún plan para ellos. Al final acaban pululando y deambulando por nuestras calles. Esto, que empieza en grupos tribales, desencadena en bandas criminales. No podemos permitir en España lo que ya ha pasado en Francia o en Bélgica. Y no nos importa que nos llamen fascistas o racistas.
—La mayor inmigración en el país radica en la población marroquí, ¿Marruecos es un problema para España?
—Es un problema grandísimo, sí. Los eslóganes con los que nos están haciendo aceptar la inmigración ilegal en Europa son el “welcome refugees”, el “ningún ser humano es ilegal” y el “huyen del hambre y de la guerra”. Claro, cualquier persona con un mínimo de humanidad sucumbe ante esos eslóganes. Pero cada vez calan menos, todo hay que decirlo. Si alguien huye de la guerra, lo mínimo es darle cobijo como sociedades cristianas que somos. Pero en Marruecos, concretamente, no hay ninguna guerra. Y en Cádiz, por ejemplo, existe el doble de desempleo que en Tánger. Por lo tanto, es mentira todo lo que nos cuentan. Lo que estamos sufriendo es una especie de guerra híbrida que sustituye a la Guerra fría de hace unas cuantas décadas, en la que otros países, utilizando un arma que es la vida de seres humanos, logran condicionar políticas en Europa.
—¿Qué opinión tiene del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez?
—Mi opinión sobre Pedro Sánchez en cualquier aspecto es muy negativa. Pedro Sánchez es un autócrata que nos está llevando a una deriva antidemocrática de manera silenciosa. Ha reventado todo lo que debería ser el Estado. Ya no existe, sólo queda el Gobierno. Y que sólo haya Gobierno implica que sólo hay partido. La tercera autoridad del Estado es una mujer del partido, el fiscal general del Estado es un hombre del partido y no dimite ni imputado.
—¿De los supuestos escándalos que han saltado a la palestra en torno a Pedro Sánchez cuáles le han sorprendido más?
—La sorpresa no es un escándalo en sí. La sorpresa es el cúmulo de escándalos que implica la manera en la que este hombre dirige el país desde hace unos cuantos años. Se acerca mucho a lo que es una organización criminal. De hecho, en la mafia italoamericana todo se basa en la familia. Esto es la familia, el Gobierno es la Cosa Nostra. Sánchez tiene a su hermano imputado, tiene a su mujer investigada, tiene a su fiscal general del Estado imputado... Y ahora, por si fuera poco, aparece una fontanera que ha intentado jugar sucio. Muy sucio. Esto es una salvajada.