Saludo del papa y el obispo de Jaén en la peregrinación diocesana a Roma
“Le expliqué que éramos 50 peregrinos de nuestra tierra y le manifesté el cariño de nuestra Diócesis”, comenta Sebastián Chico

La peregrinación diocesana a Roma continúa y los peregrinos jiennenses, acompañados del obispo, Sebastián Chico Martínez, vivieron este miércoles el momento que más estaban esperando, la audiencia general del papa Francisco, informa el Obispado de Jaén. En el acto, escucharon la catequesis que cada miércoles ofrece el papa a los que visitan la Plaza de San Pedro del Vaticano. En esta ocasión, el Santo Padre habló sobre el discernimiento. Al finalizar la catequesis, el Santo Padre saludó a los obispos presentes en la audiencia. Entre ellos se detuvo con el prelado jiennense, monseñor Chico Martínez, con quien mantuvo un encuentro “fraternal y cercano”, del que el obispo salió muy contento y emocionado.
“El encuentro con el papa ha sido uno de los momentos más sublimes de la peregrinación. El encuentro con el sucesor de Pedro fue fantástico porque tuvimos la oportunidad de estar cerca de él. Él saludó a nuestro grupo de Jaén y yo tuve la oportunidad, también, de estar un poquito hablando con él y de manifestarle el cariño de nuestra Diócesis y le expliqué que éramos 50 peregrinos de nuestra tierra los que nos encontrábamos allí en ese momento. Para mí fue una experiencia pues muy entrañable”, ha valorado el obispo de Jaén. Por la tarde visitaron la Basílica de San Pedro. Y, posteriormente, celebraron una Eucaristía en la Iglesia del Gesú, de la Compañía de Jesús, presidida por el obispo, en la que pidió especialmente por el papa Francisco y por la comunión con él y la Iglesia universal.
Durante la catequesis el papa insistió en que “en la vida tenemos que tomar decisiones, siempre, y para tomar decisiones debemos hacer un camino, un camino de discernimiento. Toda actividad importante tiene sus ‘instrucciones’ a seguir, que deben ser conocidas para que puedan producir los efectos necesarios. Hoy nos detenemos en otro ingrediente indispensable para el discernimiento: la propia historia de vida. Conocer la propia historia de vida es un ingrediente indispensable para el discernimiento”.
Asimismo, según subraya el Obispado manifestó que el discernimiento es la lectura narrativa “de los momentos hermosos y de los momentos oscuros, de los consuelos y de las desolaciones que experimentamos a lo largo de nuestra vida. En el discernimiento es el corazón quien nos habla de Dios, y nosotros debemos aprender a comprender su lenguaje. Preguntémonos, al final del día, por ejemplo: ¿qué ha sucedido hoy en mi corazón? Algunos piensan que hacer este examen de conciencia es hacer la contabilidad de los pecados que has cometido —cometemos muchos— pero también es preguntarse ¿qué ha sucedido dentro de mí, he tenido alegría? ¿Qué me ha traído la alegría? ¿Me he quedado triste? ¿Qué me ha traído la tristeza? Y así aprender a discernir qué sucede dentro de nosotros”.
Este fin de semana culmina la peregrinación diocesana a Roma. Una peregrinación que, según el obispo, está siendo “realmente fantástica y en la que se está viviendo lo que significa verdaderamente una peregrinación, que es el deseo de fortalecer nuestra fe para luego dar un testimonio fehaciente de ella”.