Registran más lluvias, pero sin beneficios en la cosecha

La presente campaña afronta duros problemas por los precios

12 ene 2020 / 11:25 H.
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Aunque la percepción sobre las precipitaciones haga pensar que cada vez llueve menos (que sí es cierto con respecto a los días que lo hace), ciertamente se ha registrado un alto volumen de litros de agua por metro cuadrado. Así lo exponen desde la Asociación de Agricultores en Defensa del Olivar, en la que recogen el año hidrológico (de septiembre 2019 a agosto 2020) que se desarrolló en la Sierra Sur de Jaén, donde cayeron 349,5 litros por metro cuadrado. Una cifra que Gonzalo Pérez, presidente del colectivo, califica como positiva esta cifra, ya que supera lo habitualmente recogido en esta zona de la provincia. Sin embargo, sostiene que este aumento en el volumen de precipitaciones no ha beneficiado todo lo que gustaría a la cosecha de aceituna de este año, de la que dice que parece ser incluso más baja de lo que ya pronosticó el primer aforo.

Así, desde la asociación manifiestan que el balance hidrológico analizado es más positivo que negativo. No obstante, no salvaron a esta campaña. “Las lluvias no ayudaron porque el olivo ya tenía su producción. Quizás, si pueda beneficiar a la cosecha del año que viene, pero esto no se puede saber con certeza”, explica Gonzalo Pérez, quien lamenta que la presente campaña sea “muy pobre y esté inmersa en una crisis de precios enorme”. Por ello, incide en la necesidad de encontrar dónde está “el fallo” del sector para, así, tratar de mejorar la situación para todos los agricultores y luchar para mantener vivo el olivar tradicional.

En esta línea, Pérez subraya que la provincia presenta un problema estructural en tanto que “se depende del olivar tanto en el ámbito agrícola como en el industrial”, y que el único alivio que se observa es que llovió de manera “bastante generosa”. Así, los más duro para los agricultores sigue siendo la crisis de precios, “son todo palos contra el sector y la familia de olivareros jiennenses, que son las que más sufren”, dice. Ante esta situación, el presidente del citado colectivo confiesa que ya están pensando en volver a convocar grandes movilizaciones cuando acabe la campaña. “El olivar ha llegado a un punto en el que parece que vamos a tener que dejar de cultivarlo, porque no da beneficios”, advierte. Algo que relaciona directamente con la despoblación rural, ya que, tal y como asevera, los jóvenes carecen de posibilidades de crecer. “Si esta tierra el motor económico que tiene es el olivar y al agricultor no le ofrecen precios justos, esto se muere”, sentencia. En esto también influye la imposibilidad, por cuestiones orográficas, de cambiar el modelo de producción a uno intensivo, por lo que muchos agricultores tienen las manos atadas y se enfrentan a una crisis que dura ya más de un año.

Jaén