Recuerdo de final de curso a una familia rota por la tragedia

Escolares participan en una misa en recuerdo de las víctimas del incendio

21 jun 2016 / 13:30 H.

En una mañana casi veraniega, aún con el frescor que dejan los primeros rayos de sol y el piar de las golondrinas, los alumnos del colegio San Vicente de Paúl se dirigen —todavía con algunas mochilas sobre las espaldas— a la iglesia de La Magdalena. Es una mañana de celebración de fin de curso especial. Una fiesta de recogimiento. De recuerdo. De reflexión. Junto a los estudiantes de todas las edades, un grupo de profesores se adentra en el templo. Pero no son los únicos adultos, ya que padres y madres también se unen a la celebración. Así, con una santa misa y en la parroquia cercana a las instalaciones del colegio, la comunidad educativa despide el curso con un recuerdo especial a la familia Guirao Quesada. Y es que, entre los cinco miembros que fallecieron en el fatídico incendio de un chalé del Puente Tablas, el pasado 28 de mayo, el niño de cuatro años, Antonio, era alumno de segundo curso de Educación Infantil del centro regido por la congregación de las Hijas de la Caridad. Un adiós a la familia por parte de la comunidad que arropa a Vanesa Quesada, la única superviviente de la tragedia. “Hemos querido dedicar la última celebración del curso a la familia Quirao Quesada, ya que, además del niño, también fueron alumnas su madre y su abuela”, indica la directora del colegio, sor Juani.

“Hay momentos en la vida en que no se puede comprender nada, y creo que este es uno de ellos. Sobran la preguntas, porque no hay respuestas”, pronuncian en la eucaristía. Así, el sacerdote se dirige, con cariño, a la madre a la que le dedica el pasaje de la muerte de Cristo y las palabras con las que consuela a su progenitora, María. “Le da un motivo para seguir viviendo que es Juan. ‘Ahí tienes a tu hijo’, le dijo a María, ‘Ahí tienes a tu madre’, le dijo a Juan”, recuerda el sacerdote, quien alivia a Vanesa: “Jesús quiere que el ser humano siga teniendo esperanza y vea que tiene a quien cuidar. No quiere que su madre se sienta sola. Hay que buscar esperanza y razones para continuar la vida”.

Dentro del simbolismo católico de la ceremonia, un pequeño grupo de alumnos y su profesora suben al altar para entregar una ofrenda floral. “Te presentamos, Señor, estas flores, con ellas queremos traer a tu altar todas las situaciones de dolor y sufrimiento, especialmente de Vanesa”, pronuncian ante los asistentes que siguen, emocionados, la misa. Un barrio que recuerda a la familia Guirao Quesada en una mañana especial para ofrecer su cariño, acompañamiento y fuerza a una madre.

Apoyo de la comunidad educativa

Desde que conocieron la tragedia de la familia Guirao Quesada, los miembros de la comunidad educativa del colegio San Vicente de Paúl dieron muestras de apoyo a Vanesa. De hecho, el primer día lectivo desde que se produjo el accidente, la ampa acordó no llevar a sus hijos al centro en señal de duelo y manifestación solidaria hacia la madre de la familia.