Reconocimiento que hace justicia

La sala de vistas de la Audiencia Provincial de Jaén se vistió de gala para hacer justicia, pero con un fondo diferente y un significado profundo. Enmarcado en la programación por el día de la patrona del Colegio de Abogados, la Inmaculada Concepción, profesionales del sector se dieron cita en Audiencia para la imposición de la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort a Manuel Sánchez Alonso y Manuel Medina González. Se trata de la máxima distinción que puede conceder el Gobierno a un abogado en reconocimiento a su trayectoria y excelencia profesional.

El acto, tras la misa en honor de la patrona, contó con la presencia amigos, familiares y compañeros de profesión, además de numerosas autoridades de la provincia, como la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño; la delegada de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta, Raquel Morales; la vicepresidenta tercera de la Diputación, África Colomo, o la concejal de Participación Ciudadana, Eva Funes, entre otras.

“En el mismo lugar en el que se imparte justicia, se hace lo propio también con estos dos grandes profesionales y mejores personas”, destacó el presidente de la Audiencia Provincial de Jaén, Rafael Morales. “Vuestro ingreso en la Orden la engrandece y es un sincero reconocimiento a vuestra generosidad y profesionalidad”, afirmó.

Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados, Pascual Valiente, subrayó la “muestra de dignidad al vestir la toga”, que es “una guía para todos, sobre todo para los más jóvenes, que cogen el relevo”, e hizo hincapié en la importancia de su labor para defender el estado de derecho y la justicia. La misma idea fue apoyada por el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Carlos Rueda, que añadió el reconocimiento de la “sala abarrotada”. “Es un reconocimiento unánime de compañeros y de gran parte de la sociedad jiennense y, ahora, vuestros familiares pueden estar satisfechos, que comprueban el afecto y cariño que os profesamos”, manifestó. Asimismo, el decano del Colegio de Procuradores de Jaén, José Ramón Carrasco, destacó la estrecha relación entre los procuradores y la Abogacía y defendió la “fiel colaboración” entre ambos a lo largo del tiempo.

Todos los participantes aprovecharon su intervención para dedicar palabras de aprecio al decano del colegio en Jaén, Vicente Oya, en su última Fiesta de la Patrona que presidirá como decano de la institución colegial. “Puedes irte tranquilo, con la total seguridad de haber cumplido con el deber”, le dijo Rafael Morales. Oya, que presidió el acto, puso de relieve la enorme valía personal y profesional de los dos abogados homenajeados y realizó un balance del año que finaliza, en el que el Colegio ha desarrollado una intensa actividad, especialmente en el ámbito de la formación.

Manuel Medina, abogado desde 1978 y Jiennense del Año en Sociedad en 2011, confesó que no terminaba de creer ser uno de los homenajeados. “En mi familia no había abogados, éramos gente de la aceituna, de gran modestia, por eso me sorprende”, afirmó, y en su intervención habló de su juventud, cómo “no sabía nada” pero aprendió “algo, y aún queda bastante”. Manuel Sánchez, por su parte, en sus más de 50 años ejerciendo ha vivido “momento inolvidables”, con grandes recuerdos de cuando era parte de la junta de gobierno del Colegio. “Me marché con tristeza y alegría, porque echaría de menos las reuniones, los encuentros y la actividad; pero también con la tranquilidad de saber que había cumplido con mi deber”, declaró en una intervención llena emoción. A continuación, tuvo lugar una comida de hermandad en el restaurante Casa Herminia, con reconocimiento a los letrados que este año han cumplido sus Bodas de Plata Profesionales.