Ramón Fernández-Pacheco: “Hay que plantear la financiación para las conducciones de Siles”
Es de la escuela política moderada, de ahí que recurra a eso de que en el punto medio está la virtud para defender que la sostenibilidad y el empleo agrario deben convivir en el campo andaluz

LA ENTREVISTA
Ramón Fernández-Pacheco Monterreal es de la escuela política moderada, de ahí que recurra a eso de que en el punto medio está la virtud para defender que la sostenibilidad y el empleo agrario deben convivir en el campo andaluz. Lo afirma ante el revuelo en Lopera, Marmolejo y Arjona por la megaplanta fotovoltaica. No se ve como sucesor de Juanma Moreno al frente del Partido Popular de Andalucía y cree que la nueva secretaria general del Partido Socialista, María Jesús Montero, dejó pasar muchas oportunidades de barrer para casa desde su posición en el Ministerio de Hacienda. Sostiene que las previsiones se cumplirán, e incluso mejorarán, en cuanto a la producción de aceite de oliva, que cifró en más de 445.000 toneladas en la provincia de Jaén al inicio de la campaña
—Inaugura en Guarromán una Depuradora de Aguas Residuales. ¿Qué puede contar del proyecto?
—Cuando Juanma Moreno llegó al Gobierno autonómico, encontró más de un centenar de obras declaradas de interés de la comunidad autónoma que ni siquiera habían comenzado. Nos afanamos en concluir esas obras de depuración, que nos permiten, en primer lugar, cumplir con el rigor ecológico que se espera de una comunidad como Andalucía, y en segundo, dejar de pagar multas millonarias a la Unión Europea.
—Uno de los últimos informes de Ecologistas en Acción señala que Jaén es de las provincias que más crece en el cumplimiento de la normativa estatal de saneamiento. ¿Tan mal estaba?
—Los datos hablan por sí solos. En el año 2010, el Partido Socialista (PSOE) hizo esa declaración de obras de interés de la comunidad autónoma. Desde entonces y hasta 2018, invirtió 32 millones de euros. Actualmente, el Partido Popular (PP), Juanma Moreno, 150 millones. Pero es que, actualmente, la Junta de Andalucía tiene 20 obras en marcha que suponen 72 millones.
—¿Es la inversión desde 2019?
—Más de 150 millones de euros.
—Hay una apuesta convencida.
—No hay que olvidar que es competencia principal de los ayuntamientos, de los que la Junta sale en auxilio. Las infraestructuras hidráulicas en materia de depuración viven un impulso como nunca an-tes para sanear el agua que acaba en los cauces de los ríos jiennenses y cumplir con la normativa.
—¿Cómo afectaron los aranceles de Trump al comercio andaluz? El aceite de oliva fue uno de los productos que más se encareció en el mercado norteamericano.
—Estamos en contra de cualquier tipo de arancel que venga a ponerle trabas a lo que, por otra parte, eligen los consumidores. El aceite de oliva es una feliz realidad hoy en la mesa de muchos hogares norteamericanos y lo es porque así lo deciden ellos. La idea de que el aceite de oliva no es solo calidad o sabor, sino que, sobre todo, es salud, ha calado en el ideario colectivo de Estados Unidos. Sin lugar a duda, supone una grandísima oportunidad de negocio, empleo y riqueza para los olivareros jiennenses. El establecimiento de aranceles es un problema y lo deseable es que tanto la Unión Europea como el Ministerio, el Gobierno de España, hagan lo posible por evitarlos. Claro que sí.
—¿Hay razones para la incertidumbre en el sector agrícola an-te posibles nuevos aranceles?
—Entiendo perfectamente la desazón que producen algunas de las afirmaciones de Donald Trump. Él es el presidente legítimo de Estados Unidos. Eso es una realidad y está en su derecho de establecer la política comercial que estime oportuna, solo faltaría... Tenemos que exigir a nuestros representantes con competencias en política exterior que trabajen para que esos aranceles no lleguen. Tengo la sensación, y estoy seguro de que muchos agricultores también, de que, en demasiadas ocasiones, las guerras comerciales que se inician por otros motivos las paga el campo. Los productos agrícolas siempre son los grandes perjudicados.
—¿Qué opina de los descensos que acumula el aceite de oliva en el mercado español? Los titulares ya avanzan: “El aceite de oliva está a precios de antes”.
—No es deseable ni un precio muy elevado, no podemos permitir que el consumidor lo vea como un producto de lujo porque el aceite es el alimento más cotidiano en los hogares españoles, ni tampoco que baje tanto como para que los agricultores pierdan rentabilidad.
—¿No debe pagarse más por mayor calidad? Al final es a lo que aspira el virgen extra jiennense.
—El aceite virgen extra hay que pagarlo, evidentemente, y el consumidor tiene que ser consciente de que detrás de una botella de aceite de oliva virgen extra hay mucho trabajo, un esfuerzo en la recolección y elaboración del aceite, que tiene que pagar. Otra cosa es que el aceite de oliva se convierta en un bien de lujo solo al alcance de los más pudientes. En el equilibrio razonable entre ser un producto asequible y que el virgen y el virgen extra tengan su precio, está la virtud.
“Estoy en contra de cualquier tipo de arancel que venga a ponerle trabas a lo que eligen los consumidores. La idea de que el aceite de oliva no solo es calidad o sabor, sino salud, ha calado en Estados Unidos”
—¿Se cumplirán las previsiones de la campaña 24/25? Eran de 445.000 toneladas, un 22% más que la media de las últimas cinco.
—El aforo del olivar era muy positivo. Superaba el millón de toneladas en Andalucía con Jaén, por supuesto, a la cabeza de la producción. Sí, se cumplirá el aforo e incluso se puede mejorar.
—¿Cuáles son las principales novedades para solicitar las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) de este 2025?
—La principal reivindicación a la hora de la elaboración del Pepac (Plan Estratégico de la PAC) es que se deje de castigar a Andalucía. Las organizaciones agrarias dijeron en su momento que el Pepac diseñado por el Ministerio sería perjudicial y que los agricultores y ganaderos andaluces perderían del orden de 100 millones cada año. Al final, los datos no solo les han dado la razón, sino que empeoran, son en torno a 120 millones.
—¿Suele aceptar el Ministerio de Agricultura las propuestas que formula el Gobierno andaluz?
—Depende. A mí me separan muchas cosas del señor Planas, pero aspiro a tener una buena relación con él. De hecho, mentiría si digo que no es una persona accesible. Siempre que lo llamo, me contesta, siempre que le solicito una reunión, me la concede... Pero hay cosas en las que jamás podré estar de acuerdo con él y, en este tema de la PAC, que perjudica a tantísimos andaluces, siempre me va a encontrar en frente, con educación y espíritu constructivo, pero con toda la determinación del mundo. Hablamos de ser capaces de armar un escenario en el que la agricultura sea rentable y sostenible. El politiqueo no tiene cabida...
—¿Cómo trabaja la Junta de Andalucía para hacérselo más fácil a los trabajadores del campo?
—El campo andaluz tiene muchos retos por delante. El principal de todos ellos es el relevo generacional. El modelo sobre el que se asienta la economía del mundo rural de Andalucía es un modelo en el que la agricultura juega un papel fundamental. Si no somos capaces de que las nuevas generaciones vean atractiva la vida en el campo, difícilmente verán atractiva la vida en sus pueblos. Luego entran en liza la modernización, la apertura de nuevos mercados, la ganancia de competitividad, la sostenibilidad, la digitalización... todo enfocado a que el campo tenga futuro.
—¿En qué cristaliza el trabajo?
—Sacamos líneas de ayuda históricas en Andalucía. De hecho, hasta el próximo 10 de febrero, por ejemplo, está abierta la convocatoria de ayudas al relevo generacional con 130 millones de euros, una cantidad nunca vista. Terminamos el año con una convocatoria de 100 millones para la modernización de las explotaciones cubierta el cien por cien, por lo que ya trabajamos en una ampliación de la misma.
—Llueve estos días, pero Andalucía acumula duros episodios de sequía. ¿Cuál es la política hídrica de Juanma Moreno?
—Cada vez es más evidente que hay una Andalucía en la que llueve y otra en la que llueve poco o directamente nada. El organismo de cuenca es la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), no la Junta de Andalucía, pero eso no quiere decir que el Gobierno andaluz se desentienda, ni muchísimo menos. El Presupuesto de 2025 cuenta con más de 550 millones de euros para infraestructuras hidráulicas.
—¿Qué pasa con infraestructuras como las conducciones de la Presa de Siles o la construcción de la de Cerrada de la Puerta?
—Que son de interés general del Estado, eso es lo que pasa. Respecto a la Presa de Siles, Juanma Moreno se comprometió a hacer el parcelario, paso previo para ordenar los usos del pantano, y cumplió. Ahora hace falta que el Gobierno de España ponga encima de la mesa un mecanismo de financiación para abordar las conducciones.
—¿Qué le parecería que el paisaje del olivar fuera declarado Patrimonio de la Humanidad?
—Es una idea bonita que requiere del consenso de todo el mundo. No se puede avanzar en una declaración así si las organizaciones agrarias se posicionan diametralmente en contra. ¿Por qué? Probablemente no tuvo el proceso de diálogo, participación o didáctica suficiente. La Junta de Andalucía está a favor de la declaración del paisaje del olivar como Patrimonio de la Humanidad siempre que las organizaciones agrarias lo estén.
“Si no somos capaces de que las nuevas generaciones vean atractiva la vida en el campo, difícilmente verán atractiva la vida en sus pueblos. El modelo económico rural se basa en la agricultura y en la ganadería”
—El problema se detectó en la famosa zona 14, en plena campiña jiennense. ¿Fue una mala noticia que se retirara el expediente y que no hubiera candidatura andaluza en la Unesco?
—La Diputación promovió la declaración. Cuando vio que el proyecto tambaleaba, quiso salirse de la ecuación, pero es la que debe armar los apoyos necesarios para que salga adelante. Si hay una zona que se posiciona en contra, tiene dos opciones: convencerla o excluirla.
—En Lopera, Marmolejo y Arjona hay revuelo por la expropiación de olivar para la instalación de una megaplanta fotovoltaica. ¿Qué hará la Junta de Andalucía?
—Defenderé siempre que donde la agricultura es rentable y supone el medio de vida de la gente, debe permanecer, pero es cierto que alcanzar la soberanía energética es absolutamente estratégico.
—¿Son justas las reivindicaciones del sector oleícola en Jaén?
—Las entiendo, igual que la necesidad de no depender de terceros para producir energía. Las dos posturas son razonables y el procedimiento tiene mecanismos para contrastar opiniones, que todo el mundo se exprese en libertad y pueda defender sus derechos.
—¿Está reñido ser más sostenible con el trabajo en el campo?
—Todo lo contrario. Pueden y deben convivir. La sostenibilidad es una hélice que tiene tres palas. Una es la ambiental, otra la social y otra la económica. Las organizaciones agrarias dicen, y yo hago mía esa frase, que no se pueden exigir agricultores verdes con números rojos, y me parece muy ilustrativo de algo que es evidente. Tenemos que avanzar en sostenibilidad, pero hacerlo sin que eso suponga pérdida de rentabilidad.
—¿Un ejemplo de esa convivencia es la Alianza Andaluza del Biogás? ¿Qué oportunidades generará para Andalucía y Jaén?
—Jaén tiene un potencial en materia de producción de biomasa como no tiene ninguna otra provincia de Andalucía. La Alianza Andaluza del Biogás supone una nueva oportunidad para Jaén y el mundo agrícola porque la instalación de este tipo de plantas supondrá que, en la cuenta de resultados de los agricultores de Jaén, ya no solo estará la producción de aceite de oliva, sino que también estará la venta de biomasa para la producción de gas, que, a su vez, supone un recurso energético clave para que otro tipo de industria se instale en Jaén y pueda crear empleo y prosperidad en la provincia.
—Como vicesecretario general del Partido Popular andaluz, ¿qué opina de María Jesús Montero como relevo de Juan Espadas?
—Con todo el respeto a la vicepresidenta y al Partido Socialista y sus procesos internos, María Jesús Montero es una ministra más que Pedro Sánchez coloca en los diferentes territorios con el objetivo de controlar el partido y no tener discrepancias internas. Es su colaboradora más fiel. Ha tenido muchas ocasiones de tener guiños y atender las demandas históricas de Andalucía, algunas de las cuales defendió con vehemencia en su etapa como consejera, y desgraciadamente hizo todo lo contrario. Lo hemos visto con la financiación autonómica, la negación del Fondo de Nivelación... Ella, que tanto le decía al señor Rajoy que Andalucía perdía recursos cada año y que necesitaba ser compensada...
—¿Se ve como presidente del Partido Popular en el futuro?
—No... Rotundamente, no.