“Queremos que la provincia esté dentro de un proyecto nacional”

Javier Ortega Smith asegura que Vox se alza como la verdadera alternancia no solo en el Gobierno de España, sino también en los autonómicos y en las provincias

29 mar 2021 / 11:54 H.
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El segundo de a bordo del proyecto político del partido que lidera Santiago Abascal en España acude a la provincia para respaldar a un equipo que, asegura, gana en número de afiliados a medida que pasa el tiempo. Se muestra convencido de que la falta de infraestructuras es lo que hace que la provincia carezca de proyectos importantes. Asegura que Vox se alza como la verdadera alternancia no solo en el Gobierno de España, sino también en los autonómicos y en las provincias, además de los municipios, lugares en los que el partido se adentra con pretensiones de convertirse en la fuerza política más votada.

Es habitual que, a cada paso que dé, tenga a su lado a un reguero de simpatizantes de todas las edades dispuestos a inmortalizar el momento, al abrazo y al aplauso. Fue todo un espectáculo verlo, el viernes pasado, en el recorrido que empieza en la Plaza de la Concordia y termina en la de Santa María. Javier Ortega Smith (Madrid, 1968), secretario general de Vox, despliega con fuerza una marca que supone una verdadera amenaza para los partidos de la derecha.

—¿Cómo lleva la pandemia?

—Con las limitaciones que todos los españoles, pero yo quiero pensar que ya estamos saliendo, que cada vez hay más personas que están inmunizadas y que estamos ganando la batalla. Soy optimista, aunque, desgraciadamente, mientras sigan muriendo compatriotas por esta terrible pandemia, nunca podremos estar satisfechos. Es verdad que hay otras víctimas, que son las económicas, que nos hacen darnos cuenta de que esta terrible pandemia está teniendo unas consecuencias de las que tardaremos algunas décadas en salir. El problema es que no se tomaron las medidas necesarias a tiempo, el Gobierno no dio la información correcta y las familias están abandonadas, han pagado una doble pandemia, la sanitaria y la de este Gobierno social comunista que les ha llevado a la ruina.

—¿Por qué, ahora, esta visita a la capital jiennense?

—Dos son las razones. La primera, porque tenemos un equipo provincial que está haciendo un magnífico trabajo y queríamos agradecerle el esfuerzo extraordinario que está haciendo para la expansión de Vox en Jaén. Y, segundo, por las expectativas electorales que tenemos. Como no sabemos si mañana o dentro de un año habrá elecciones en Andalucía, que las habrá, además de municipales en mayo de 2023, no paramos de trabajar, porque somos el único partido que no descansa. Tenemos muy buenas expectativas y queremos impulsar el proyecto en Jaén.

—¿Qué visión tiene de esta tierra desde Madrid?

—Con una cierta pena y rabia, porque Jaén, que es una tierra con un gran potencial agrícola y turístico, está abandonada sin aeropuerto, sin AVE, sin infraestructuras críticas que puedan hacer que los grandes proyectos puedan venir a esta provincia, una zona que está en el ranking con mayor paro y que parece que algunos solo se ocupan de ella para que viva subsidiada para que no pueda salir por sí misma. Esa es la visión que tenemos desde fuera. Qué pena Jaén, que es tan bonita, que tiene tanto patrimonio natural, cultural, histórico y tanta riqueza humana.

—Se ha generado en Jaén un movimiento social sin precedentes por el rechazo del Ministerio de Defensa a la candidatura para albergar una base logística del Ejército de Tierra. ¿Qué opina al respecto?

—Creo que es comprensible, cualquier provincia que hubiera tenido la expectativa de albergar un proyecto tan importante para nuestras fuerzas armadas hubiera estallado así, pero queremos pensar que las decisiones de este tipo son objetivas, porque cualquier inversión conlleva diversos estudios, que habrán sido los determinantes para que no caiga en Jaén.

—¿Por qué?

—Ya lo he dicho antes, cómo vas a establecer una base logística en una provincia que no tiene facilidad de comunicaciones, en la que la llegada y salida del material militar tendrá mayores costes que en otro lugar... Son factores geográficos y razones económicas. Yo desconozco el expediente, pero quiero creer que las decisiones del Ministerio de Defensa se basan en datos objetivos que les han hecho pensar que en otra provincia, en este caso Córdoba, puede ser más eficaz, más rentable y operativa esa base, pero también creo que Jaén ha tenido una desventaja añadida, y es que no tenía infraestructuras.

—¿Cómo se pueden atraer inversiones si no hay infraestructuras? Es como la pescadilla que se muerde la cola. ¿No cree?

—Haciendo una apuesta decidida en esas infraestructuras. Las administraciones públicas tienen la obligación de crear los condicionantes estructurales necesarios para crear riqueza y atractivo. Si establecemos que Jaén tenga rápida comunicación por AVE con Madrid, que tenga aeropuerto, que tenga las carreteras en buen estado, que tenga una red interna provincial de comunicación va a fluir la mercancía y seguro que luego, si le doy un impulso a determinadas empresas en una provincia tan necesitada de mano de obra, es muy probable que vengan. Sin embargo, si no damos las condiciones no podemos esperar que las empresas se lancen altruistamente a una aventura cuando tienen otras zonas de España con mejores condiciones.

—¿Qué visión tiene del Gobierno de la Junta de Andalucía?

—Que está prisionero de sus miedos, que no termina de entender que Andalucía, después de treinta y ocho años de políticas de izquierdas, necesita valentía, decisión política, voluntad. Es un Gobierno que nos está costando a los de Vox un esfuerzo añadido, que debería ser innecesario, para lograr que se cumplan los acuerdos y que se lleven a cabo las transformaciones profundas para revertir treinta y ocho años de despilfarro económico, de chiringuitos políticos, de cortijos socialistas... Es un Gobierno que le faltan arrestos y fuerza y, además, nos tememos que vive bajo la espada de Damocles de la traición, porque estar al lado de Ciudadanos es como tener un bote de nitroglicerina, porque no sabemos la inestabilidad cuándo va a saltar por los aires. Acabamos de verlo en Murcia, en Madrid o los intentos en Castilla y León. Por lo tanto, es un Gobierno que es rehén de su propio socio, una cosa tremenda. Es lo que llamamos la derechita cobarde.

—Vox respalda ese Gobierno para sacar adelante, por ejemplo, los presupuestos... ¿Qué directriz marca la dirección nacional de Vox en Andalucía?

—La misma que cualquier institución en la que tenemos representación. Nosotros no negociamos jamás bajo el condicionante de puestos, prebendas o recompensas políticas. Ponemos sobre la mesa nuestro ideario, nuestros valores, nuestros principios y nuestros compromisos y las directrices que tienen todos nuestros equipos institucionales es que se negocia bajo condiciones que favorezcan la vida de los andaluces, de los madrileños, de los gallegos, de los canarios... ¿Qué decimos con esto? Que exigimos cambios reales y, por lo tanto, para que haya cambios reales hay tres grandes líneas que no podemos olvidar. La primera, quitar la bota fiscal de la cabeza a los andaluces reduciendo al máximo los impuestos, suprimiendo aquellos confiscatorios como puede ser el de sucesiones. Segundo, no derrochando el gasto público en gasto innecesario, en subvenciones a chiringuitos ideológicos o en organismos que no revierten en ningún beneficio real. Y, tercero, invirtiendo en lo que genera puestos de trabajo y riqueza. Esta es la mejor política social, no la de comprar voluntades a base de subvenciones, a base de paguitas y de migajas de limosnas.

—¿El terremoto político ocasionado por Ciudadanos en España es un oportunidad para Vox?

—No quisiera, porque a nosotros no nos gusta aprovecharnos de las desgracias de España. No queremos sacar rédito de la inestabilidad política ni de las traiciones. Tengo un amigo que dice que hay partidos que son los de los retales y, desgraciadamente, hay algunos que se han convertido en eso, van recogiendo los retales que se escapan para construir un proyecto a costa de lo que sobra en otros sitios. Fiarte de alguien que ha traicionado a su partido no es bueno, nosotros preferimos no depender de nadie y que nuestro proyecto crezca con honradez. No prometamos jamás aquello que no podamos cumplir y seamos transparentes. Nuestras cartas están boca arriba, hay muchos que las compran y es normal que otros no lo hagan. Las nuestras están marcadas, no como las de la derechita cobarde, que se aprovecha de la buena fe de sus votantes para terminar haciendo por el otro lado de la carta las políticas de la izquierda. Esa es una manera miserable de hacer política.

—¿Qué opina del bipartidismo?

—Aunque a algunos les encantaría que volviera, yo creo que ha cumplido su ciclo. Era la alternancia del poder para mantener siempre el sistema igual, es decir, cambiaban las siglas pero no se tocaba nada. Cuando digo el sistema, me refiero al sistema de elección de los jueces, el reparto de poder en comunidades autónomas, el reparto de subvenciones a chiringuitos ideológicos, el sistema fiscal de presión hasta niveles confiscatorios, el del bienestar de los partidos y el de pensiones. Desgraciadamente, el bipartidismo ha sido un pacto para tener a los españoles engañados con una alternancia que no era real.

—Está usted en una tierra de arraigada tendencia de voto socialista. ¿Qué expectativas tiene su organización?

—Estamos viendo un despertar de esta provincia, que se ha dado cuenta de que tantos años de Partido Socialista no han hecho más que empobrecerla. Han perdido toda legitimidad y estamos viendo que hay muchos jiennenses que se preguntan por qué no puede haber una alternativa al absolutismo socialista. Ahí creemos que entra una organización como Vox, que no hace demagogia. Aquí puede pasar como ocurrió en Teruel. Cuando fue abandonada por todos los partidos, surgió Teruel Existe, que al final fue una manera de recoger el descontento y controlarlo por los mismos de siempre, de tal forma que Teruel Existe se convirtió en el apéndice del Partido Socialista que luego en el Congreso apoyaba. Cuando nosotros decimos que Jaén existe es porque la queremos dentro de un proyecto nacional.

—¿Teme un Jaén Existe?

—Me daría mucha pena que el descontento que ha generado el Partido Socialista por abandono de Jaén termine cayendo en los mismos. No se sale de un problema volviendo a las mismas causas, hay que ir a las causas de fondo.

—¿Cuáles son esas causas?

—Que las políticas socialistas traen corrupción y empobrecimiento y que Jaén por sí solo no puede salir adelante. Jaén no existe por sí solo. Jaén existe si está en un proyecto dentro de Andalucía y Andalucía dentro de un proyecto de España. Hay que apostar por la tercera fuerza para que sea la primera.

—¿Cómo resolverá la organización interna de un partido que está en manos de una gestora?

—No tenemos ningún problema, tenemos muchas gestoras y una forma de trabajar que no hace experimentos, sino que mantenemos un sistema de organización en el que nace un gestor provincial, luego una gestora y después un comité ejecutivo provincial, es una forma de ir creciendo paulatinamente.

—En Jaén dimitió más de la mitad de su equipo directivo...

—No pasa nada, es normal, nuestros cargos son voluntarios, las presiones de trabajo y de exigencia son constantes, porque es verdad que hay una presión que no es fácil para gente que no vive del partido y luego no todos tienen las mismas dosis de empatía para dirigir equipos. Nosotros renovamos muchas comisiones gestoras, y no es una crisis, sino que se trata de renovar equipos para mejorar. Sabemos que nuestro proyecto en Jaén tiene cada vez más respaldo social y los cargos están cada vez más preparados, no vamos hacia atrás, vamos hacia adelante.

—Salud Anguita era la líder de Vox en Jaén y, hoy en día, está suspendida de militancia. ¿Por qué?

—En nuestra organización existen garantías en el sistema interno de funcionamiento, todos los afiliados estamos sometidos a unos estatutos, que tienen unas normas, y cuando alguien no las cumple, tomamos resoluciones que no son de ámbito político, sino jurídicas, de tal forma que hay personas que, en un momento determinado, pueden tener un expediente sancionador que conlleva una amonestación, una suspensión de un plazo determinado o a la expulsión. Esto nos permite que se respeten las normas, que no haya arbitrariedad en las decisiones, una jerarquía y una disciplina. El comité de garantías es un órgano con absoluta independencia, y no pasa nada si antes teníamos una magnífica presidenta y ahora un magnífico presidente, Benito Morillo, una persona que está desde del principio con nosotros, que tiene empatía y que lo hará fenomenal. Significa que esto es un proyecto vivo. Salud Anguita ha hecho un trabajo extraordinario.

—No me ha contestado. ¿Qué ha pasado realmente?

—No puedo desvelar un proceso sancionador, porque los expedientes disciplinarios son personales y solo son conocidos por las partes afectadas y los órganos de garantías.

—Usted tenía una excelente relación con ella. ¿La mantiene?

—Sí, es verdad, ella fue secretaria nacional de Implantación Territorial y he tenido muy buena relación, pero las normas están por encima de nuestros deseos.

—¿Afectará a su acta de concejal?

—No. Habrá que valorar si le afecta a su condición dentro del grupo municipal, pero ella no está expulsada, solo suspendida.

—¿Qué pueden esperar los jiennenses si gobierna Vox?

—Que no olvidaremos a ninguna provincia, que haremos un plan de infraestructuras que vertebre España y, sobre todo, le daremos la oportunidad a los jiennenses de labrarse su futuro en su tierra.

—¿Le molesta que le digan que su partido es ultraderecha?

—No, me da absolutamente igual. Hace mucho tiempo que deberían haber aprendido quienes nos atacan que a nosotros nos importa lo que somos, ni lo que dicen que somos. Nos importa saber que somos un partido leal con España, convencido de la defensa del Estado de Derecho, de la independencia del poder judicial, de la división de poderes, que creemos en la democracia, en la libertad en el sentido más amplio, de pensamiento, de educación, de religión, de prensa, económica. Por lo tanto, ante lo que nuestros adversarios nos lanzan constantemente desde que nacimos, les respondemos con que nos da absolutamente igual, porque tenemos la conciencia tranquila y sabemos que ni somos fascistas, ni somos racistas, ni homófonos ni la lista interminable.

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