Polinesia Francesa: Cómo ver El Abuelo a 15.998 kilómetros de Jaén

“Me vine a Tahití porque quería mejorar mi nivel de francés y conocer otra cultura; estoy trabajando cuidando a dos niños de 5 y 8 años de una familia”

16 abr 2023 / 07:00 H.
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Alejandro Fernández Entrambasaguas es de Jaén pero vive desde hace nueve meses en Punaauia, comuna en la subdivisión de Islas de Barlovento, Tahití, en la Polinesia Francesa. Él ha sido una de las casi tres millones de personas que han seguido la Semana Santa de Jaén a través de Diario JAÉN. Su misión allí, tras estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, es perfeccionar el francés mientras cuida, como AuPair, a dos niños, de 5 y 8 años. Es un gran aficionado al deporte, concretamente al balonmano, modalidad deportiva que lleva practicando desde que tiene 7 años. Ha militado en el GAB Jaén hasta juveniles y después se marchó a Sevilla a estudiar. Allí militó en BM Montequinto, la BM Vega y BM Triana. Ahora, en la isla de Tahití, disfruta de este deporte a nivel amateur en el Tamari Punaru. Diario JAÉN, tras chequear que hasta en la Polinesia Francesa había un internauta que se había conectado a la retransmisión en directo de la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, El Abuelo, le ha localizado. Álex Fernández cuenta en esta entrevista con el periódico cómo vivió esta Semana Santa tan especial, su primera fuera de Jaén, a casi 16.000 kilómetros de distancia.

¿Cómo se sintió siguiendo la Semana Santa de Jaén desde la Polinesia Francesa?

—Me sentí muy nostálgico de poder seguirla desde 16.000 kilómetros de distancia, ya que me hizo recordar momentos de otros años con mi familia y amigos, con los que realizo mis estaciones de penitencia.

¿Cómo la ha seguido?

—La única manera para seguirla desde aquí era el canal de YouTube de Diario Jaén, puesto que por ubicación no puedo ver la televisión de España.

¿Qué le parece la apuesta que Diario JAÉN ha hecho durante esta Semana Santa?

—Sin duda, me parece un gran acierto que las personas que no podemos estar en esta semana tan importante para la ciudad de Jaén podamos, al menos, verla de esta forma.

Además del Abuelo, ¿ha visto alguna procesión más?

He seguido varias de ellas, sobre todo en las que soy cofrade y costalero, como la Hermandad de la Expiración el Jueves Santo. También la del Abuelo durante el momento del encuentro, ya que aquí en Tahití eran alrededor de las 17:00 horas.

¿Crees que la Semana Santa de Jaén es diferente a otras celebraciones de Semana Santa que hayas visto?

La Semana Santa se vive de distintas maneras, incluso en una misma ciudad. A mí la Semana Santa de Jaén me parece una de la más bonitas y emotivas junto con la de Sevilla, ciudad en la que estuve viviendo mientras estudiaba en la Universidad.

¿Qué aspectos de la Semana Santa de Jaén ha echado más de menos?

Lo que más eché de menos fue el escuchar las marchas procesionales y el ambiente que se vive durante toda la semana en la ciudad de Jaén.

¿Ha visto similitudes entre las celebraciones religiosas de la Polinesia Francesa y la Semana Santa de Jaén?

Aquí en la Polinesia Francesa tiene una manera distinta de vivir la Semana Santa. Para empezar no tienen imágenes, por lo que no salen a procesionar con ellas por las calles. Pero es una semana en la que se puede sentir un ambiente de caridad y misericordia donde todo el mundo ofrece su ayuda a los más necesitados y rezan por un mundo mejor.

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¿Compartió la conexión con la procesión con alguien de Panaauia?

Estuve viendo el directo junto a algunos amigos, pero no entendían el por qué por mucho que intentara explicárselo.

¿Cuál es su recuerdo favorito de la Semana Santa de Jaén?

Todos los Jueves Santo, ya que este es un día muy especial para mí.

¿Cómo se sintió aquellos días estando tan lejos de Jaén?

Tuve una mezcla de sentimientos porque, por un lado me sentí, melancólico de no poder estar allí viviéndola otro año más, pero feliz de poder tener la oportunidad gracias a Diario JAÉN de seguirla por streaming.

¿Por qué se marchó a la Polinesia Francesa?

Me vine a Tahití porque quería mejorar mi nivel de francés y también conocer otra cultura muy distinta a la nuestra, además de que el clima y la naturaleza en este país es increíble. Estoy trabajando como AuPair, cuidando a dos niños de 5 y 8 años de una familia.

Ha tenido siempre una gran relación con el balonmano. ¿Sigue practicándolo allí?

Sí. Al venir aquí a Tahití tuve la suerte de encontrar un equipo en la ciudad en la que estoy viviendo, en Punaauia. Pero aquí hay una diferencia muy grande con respecto a España, y es que no buscan la profesionalidad en el deporte. Cada persona tiene su trabajo y practican todos los deportes como hobby.

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