Pierde un dedo en un accidente en su centro educativo

Tras el siniestro sufrido por niña de 6 años en febrero de 2023, los padres piden una mejor prevención en las escuelas

20 ene 2025 / 07:00 H.
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Que no vuelva a ocurrir. Es el único objetivo que persigue Juan Antonio Amador, después de haber vivido una pesadilla por la que su hija, con tan solo 6 años de edad, perdió parte de su dedo índice en un accidente ocurrido en su centro educativo, el Colegio Pedro Poveda de la capital jiennense. Algo que, tal y como reclama, “podría haberse evitado”. Según explica, los hechos ocurrieron el 6 de febrero de 2023, cuando durante el recreo la niña se pilló el dedo con una puerta de hierro del colegio, “teniendo que ser intervenida de urgencia en el hospital Ciudad de Jaén, con un diagnóstico de amputación traumática y con la consiguiente pérdida de parte de su dedo”. Según relata Amador en su denuncia, esa puerta “debía estar siempre cerrada y un profesor daría entrada y salida a los niños”.

“Aquel día faltaban profesores de Primaria debido a una inmersión lingüística y el centro siendo consciente de ello no puso la vigilancia suficiente en el patio”, incide Amador, por lo que el supuesto descuido ocasionó que “la puerta estuviera abierta y sin vigilancia”. Tras el suceso, Juan Antonio Amador y su esposa interpusieron la correspondiente denuncia. Finalmente el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Jaén dictó sentencia en marzo de 2024, después de que se llegara a un acuerdo con el colegio y la aseguradora, por la que se recibiría una indemnización de 22.000 euros. El caso está cerrado en los tribunales, pero no en la conciencia de los padres de la afectada. “El dinero es necesario para que mi hija pueda operarse si lo necesita en el futuro”, explica Amador, quien ha decidido contar su caso “para que las cosas cambien”.

Desde el Colegio Pedro Poveda, por su parte, inciden en primer lugar en “lamentar una vez más el desgraciado accidente que sufrió la alumna”. Desde el centro educativo relatan que “el día que sucedió el accidente, en la hora del recreo, estaban en el patio seis profesores/as de la etapa de Infantil. Cada uno de ellos estaba a cargo de su grupo. La tutora de la clase de la alumna afectada estaba en un intercambio y, en su lugar, haciéndose cargo de su grupo, estaba otra compañera de la etapa de Infantil”.

“La puerta a la que la alumna se subió para balancearse no daba acceso a los baños de Infantil, sino a unos que son de uso exclusivo para los alumnos de Primaria y Secundaria”, explican. Inciden, además, en que “inmediatamente después de suceder el desgraciado accidente, la profesora responsable del grupo de la alumna afectada llamó al 061”. “A su lado, otra profesora del centro practicó a la niña los primeros auxilios según las indicaciones de los sanitarios del Servicio de Urgencias y Emergencias Sanitarias, que, entre otras cosas, recomendaron mantener la parte desprendida del dedo en hielo hasta la llegada de la ambulancia. Al mismo tiempo, desde el centro se llamó a la familia de la alumna afectada para comunicarle lo sucedido e informarle de que estábamos a la espera de la llegada de los servicios sanitarios”, explica el Colegio Pedro Poveda en un comunicado.

Además, el centro relata que “la profesora acompañó a la menor en la ambulancia hasta el hospital donde permaneció en todo momento hasta la llegada de la familia”. “Durante el trayecto, la profesora iba informando telefónicamente a la madre de lo que iba sucediendo”, recuerdan, y que “durante el tiempo de convalecencia de la menor, el centro educativo estuvo en constante contacto con la familia, interesándose por su evolución, así como por cualquier necesidad que tuviesen”. “La niña, a día de hoy, sigue siendo alumna del centro”, afirman.

Con respecto a la puerta mencionada, el comunicado explica que “en el mismo mes del suceso, en febrero de 2023, el centro recibió a la Inspectora de Educación, así como al perito del seguro del colegio”, y exponen que “ambos profesionales revisaron el estado de la puerta y la valoración como apta para su uso en el centro escolar”. “Aun así, la titularidad del centro decidió posteriormente el cambio de la puerta”, explica el comunicado, por una mucho menos pesada y con protección ante este tipo de situaciones.

Según el padre de la alumna Juan Antonio Amador, fue demasiado tarde. “¿Por qué tiene pasar una desgracia para cambiar las cosas cuando por muy poco se podrían haber cambiado las puertas hacía tiempo?”, se pregunta este padre, quien además critica que “cómo es posible que dirección, administración, Educación o inspección dejara pasar por alto algo así”. “¿Cómo es posible que me digan que la subvención que reciben es para aires acondicionados cuando tenían una puerta de hierro maciza en unos baños de Infantil?”, se vuelve a preguntar Amador. La normativa, incide, “debe cambiarse” si no contempla este tipo de casos. Un accidente que, lamenta, “podría haberse evitado”.


Jaén