Piden cárcel al acusado del robo en “Las Carmelitas”

La Fiscalía reclama una condena de dos años y medio de cárcel para el joven de 29 años que fue detenido como supuesto autor del robo en el Colegio La Purísima, conocido popularmente como “Las Carmelitas”. Presuntamente, el hombre aprovechó que tenía llaves del centro, ya que había estado trabajando como conserje, para acceder al edificio y llevarse 13.560 euros, el dinero que los alumnos de Secundaria habían recaudado para su viaje de fin de curso con la venta de los mantecados.

Según la Policía, el arrestado sabía que esa importante cantidad de efectivo se encontraba guardada en las instalaciones del centro educativo. Por ello, y acuciado por las deudas de juego, elaboró un plan para apoderarse del suculento botín. El robo se produjo en la madrugada del 8 de noviembre. El ladrón no forzó las entradas exteriores del inmueble. Tan solo se encontraron daños en las puertas de los despachos del director y de la secretaria del colegio. Los investigadores trabajaron desde el principio con la hipótesis de que el autor de los hechos debía ser una persona del entorno del centro educativo. En concreto, argumentan que fue directamente a las habitaciones exactas en las que se custodiaba el dinero. A partir de ahí, las pesquisas se centraron, fundamentalmente, en un bedel del colegio que se encontraba de baja por depresión desde marzo. Los agentes sabían que tenía posibilidad de acceder al centro educativo con facilidad y que era conocedor del lugar en el que se guardaba el dinero de la venta de los mantecados. Además, también descubrieron que tenía problemas de adicción al juego, por lo que había acudido, incluso, a prestamistas.

La Fiscalía relata que el procesado puso en marcha un plan preconcebido y fingió un robo con fuerza en el colegio. Es decir, que los daños en las puertas de los despachos fueron una maniobra de distracción para dificultar la investigación. La Policía aseguró en su día que el bedel abonó 5.000 euros a dos de las personas que le habían dejado el dinero poco después de que se produjera el robo. Igualmente, en los días posteriores, apostó 2.500 euros más e, incluso, pagó electrodomésticos que había adquirido a débito. El joven siempre ha negado ser el autor del robo. No obstante, su defensa y la Fiscalía negocian un posible acuerdo de conformidad para dejar la condena en un año de cárcel.