Pasan años y siguen las historias

Alumnos del “Muñoz Garnica” repasan el devenir de la prensa con Diario JAÉN

27 feb 2018 / 09:34 H.

Pulsa ahí”, decía el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, a uno de los alumnos del colegio Muñoz Garnica y el niño tocaba la esfera del reloj inteligente con el que este retrató a alguno de los chiquillos asistentes a la presentación del programa Prensa Escuela y su Concurso de Redacción “Jóvenes Periodistas”. Los niños decían “¡hala! que chulo, le voy a decir a mis padres que me regalen uno”, sobre todo, cuando supieron que el aparato, controlado por la voz, es capar de enviar “whatsapp” y, además de otras funciones que permiten moverse por las redes sociales como pez en el agua, hablar con alguien a distancia, porque también es teléfono. Eran alumnos de cuarto, quinto y sexto de Primaria del centro, construido casi en lo más alto de la empinada calle San Lucas, no en la cima de esta vía, que ocupa la guardería El Olivo, del barrio de Santa Isabel.

Los chavales fueron los invitados de honor, junto a sus profesores, autoridades y patrocinadores, al acto que se celebró en la Sala 75 Aniversario del periódico. Una cita que, sin dejar de lado su aire institucional, estaba pensada para niños, de ahí la exhibición del “smartwach”, a modo de aliciente para animarlos a participar en el certamen de redacción periodística que, como tema, propone “Nuestro entorno natural, nuestro patrimonio histórico”. Fácil lo tienen los escolares del “Muñoz Garnica” para encontrar inspiración ya que, por ubicación geográfica de su barrio, quien más y quien menos ve desde su ventana el monte de Santa Catalina, con su castillo que lo corona, y tiene a un paseo La Magdalena y lo más antiguo de su ciudad. Los encargados de picar a los pequeños para que se animen a escribir fueron la delegada de Educación de la Junta en Jaén, Yolanda Caballero; el responsable de Relaciones Externas de Comunicación de El Corte Inglés, Miguel Sáinz; el presidente de la federación de asociaciones madres y padres de alumnos “Los Olivos, Pedro Delgado; Cristina Rico, directora de Comunicación, Publicidad y Relaciones Externas en Fundación Bancaria Unicaja; y la responsable del colegio, Mercedes Martín. Pero, para mostrarles de que va esto de ser plumilla y cómo el oficio evoluciona con los tiempos, tomó la palabra el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, que tiró de “maleta mágica”, llena de ingenios que facilitan la vida a los periodistas para que el grupo de escolares le diera toda la importancia que se merece a un oficio que, para muchos, es el más bonito del mundo. Antes, con el auxilio de Fernando Romacho, uno de los trabajadores de la casa, los chicos y chicas se empaparon de cómo se hacían los periódicos desde finales del siglo XIX hasta los 70 del siglo pasado. En una tableta electrónica, pudieron ver el arranque del clásico cinematográfico “Primera Plana”, donde se ve perfectamente cómo funciona el ingenio mecánico que, colocando letras al revés, permitía hacer las planchas que imprimían los rotativos. “Que rollos más grandes de papel, ¿todavía se usan?”, preguntaban unos cuantos al redactor que escribe esta crónica, con los ojos como platos. La cabecera del filme protagonizado por plumillas también permitió demostrar los conocimientos de Inglés de los críos, que, sin dudarlo, tradujeron el titular de portada del inventado periódico que se elabora, “Cop killer sane must die”. “Significa asesino de policías cuerdo debe morir”, explicó un despierto escolar a la concurrencia, que no tuvo más remedio que darle la razón.

Una vez picado el gusanillo de la curiosidad, no pararon de responder a las preguntas que lanzaba Juan Espejo sobre para qué creían que servían aparatos que, para ellos, pillan a años luz, como una vetusta grabadora, que un avezado escolar del “Muñoz Garnica” tuvo el acierto de reconocer como un “walkman”, más o menos igual que el que lleva Star-Lord, uno de los protagonistas de la cinta de aventuras “Guardianes de la Galaxia” o el primer teléfono móvil que usaron los periodistas de la Redacción de Diario JAÉN, uno de aquellos que se tenía que colgar en el cinturón en los noventa del siglo XX. “Como si fueran policías”, bromearon y alguno otro añadió, entre carcajadas: “Pues esos son los que más le gustan a mi abuelo, porque tienen teclas para marcar, con los táctiles no se apaña”. Mención aparte merece la reacción al ver el primer ordenador que llegó al diario, un “Mac”, fabricado por la multinacional de la manzana mordida, toda una joya del diseño industrial que, eso sí, como recordó el improvisado profesor de esta lección sobre historia de la prensa escrita, “con una pantalla casi igual de grande que algunos de los teléfonos que tenemos ahora”. Máquinas de escribir que van a mano o enchufadas a la corriente eléctrica, estas últimas para correr algo más, frente a los teclados portátiles, que son como un folio, para asombro del barbilampiño público y revelaciones como que solo se necesitan cuatro colores, el cian, magenta, amarillo y negro, para que las páginas de papel reciclado se llenen de historias y fotografías, nada que ver con el blanco y negro de antes. Incrédulos, algunos chaveas se preguntaban: “¿Cómo va a ser así?”. Más dudas y asombro despertó la afirmación de esta lección magistral de que, con la tinta usada, una vez convertida en polvo, se fabrican ladrillos y bovedillas de las obras. “Increíble”, juzgó una niña de sexto curso y eso que, como una de las mayores de todos los escolares allí reunidos, sabía bastantes cosas ya sobre periódicos.

Tras algo más de una hora en el cuartel general de Diario JAÉN, en el Polígono de Los Olivares, el grupo del colegio Muñoz Garnica se volvió como llegó, en un autobús que iba lleno. Eso es una enorme representación, si se tiene en cuenta que esta escuela, con 80 alumnos, es, como dicen los miembros de la comunidad educativa, “muy chica”. Eso sí, trabajan y aprenden muy a gusto. Esa “atención casi individualizada”, seguro que dará buenos frutos en el concurso para descubrir talentos del periodismo por que, lo más importante, la mayoría dijo que se animará a escribir algo para el certamen y no solo por poder lucir en la muñeca el “chulísimo smartwach”.