¿Para qué sirven las mociones?

El incumplimiento de las medidas que se aprueban en pleno frustra a la oposición

30 ago 2016 / 15:30 H.

Fue en el pleno ordinario de junio. Al final de una sesión en la que, de nuevo, salió adelante la mayoría de las mociones que presentaron los diferentes grupos municipales, en el turno de preguntas y respuestas, el portavoz de Jaén en Común (JeC), Manuel Montejo, interpeló al alcalde, Javier Márquez, por varias propuestas que habían recibido el beneplácito de la Corporación y que, a esa fecha y todavía hoy, no se han materializado. Una era el acuerdo plenario para instar a la Junta de Andalucía a trasladar la Escuela Oficial de Idiomas al casco antiguo; otra, el plan de empleo para Peñamefécit; la tercera, la elaboración de una estrategia para reducir las emisiones contaminantes en la ciudad.

No ha recibido respuesta. Como esas mociones, en los últimos meses, del pleno municipal han salido propuestas para luchar contra la pobreza, mejorar las instalaciones deportivas de la capital o apoyar al comercio. “Pero no se hacen —resumió la concejal no adscrita Salud Anguita—. El Ayuntamiento funciona porque tiene que funcionar, pero no hay ninguna iniciativa para hacer nada. Quitando el pedir préstamos para pagar nóminas, nada, y llevar una moción para hacer que se cumplan las mociones sería penoso”.

Todo queda a merced de la situación económica y financiera de un Ayuntamiento que contabilizaba 530 millones de euros de deuda, a diciembre del año pasado. Las alternativas son pocas, esgrimen los miembros del equipo de Gobierno local. Y la frustración empieza a calar entre la oposición. “Nos reunimos con vecinos y, luego, todo queda en saco roto. Sientes que no merece la pena el trabajo que realizas”, lamentó Anguita. “Jurídicamente —explicó el portavoz del PSOE, Manuel Fernández Palomino—, existe la vía del contencioso-administrativo, pero es como esperar a que pasen cuatro años y es una barbaridad”. También recelan de ella los no adscritos y JeC. “El juzgado está para otras cosas”, remarcó Anguita. Para el PSOE, la solución está en la redacción del nuevo Reglamento Orgánico (ROF) del Ayuntamiento, y en la constitución de comisiones de seguimiento de los acuerdos, en las que participen los ciudadanos. “Más que preguntar en los plenos, se trataría de instar a que las mociones tengan lugar. No dejar pasar un punto sin las partidas presupuestarias correspondientes”, subrayó Fernández Palomino, que reflexionó: “Si no, directamente tendríamos que acabar los plenos, porque no hay puntos ejecutivos”. Es la misma idea enfatizada por Montejo: “La pregunta es si el PP tiene alguna voluntad de celebrar plenos más allá de las obligaciones legales que existen y si sabe gobernar o no”.