Paco Martos sorprenderá en San Lucas con su maestría ecuestre
El domador actuará en el coso de la Alameda, el miércoles día 18, con su espectáculo de doma en libertad

El domador de Villanueva de Córdoba Paco Martos será protagonista de la Feria de San Lucas gracias a su espectáculo con animales, que no dejará indiferente a nadie. Se trata de una propuesta única en España, aunque con paralelismos en otros países. El miércoles 18 de octubre, festividad de San Lucas, exhibirá su maestría en el coso de La Alameda, en una actividad incluida dentro de la programación de la feria taurina, aunque tiene poco que ver con la lidia. El dinámico montaje, permitirá a Paco Martos, además de moverse erguido sobre los lomos de los caballos y de realizar otros números con las monturas, va mucho más allá de los equinos, incluidos ponis, pues también trabaja con lobos y rapaces. Se trata de un complemento perfecto para el “animal estrella” de la sesión. El responsable del espectáculo adelanta que la gente podrá ver cetrería en la que el ave se lanza desde un caballo como si estuviera en su hábitat natural. “No utilizamos ningún tipo de riendas, arneses, cabezales... pienso que todo el mundo tiene que verlo porque no se puede explicar, hay que vivirlo. Por eso animo a todo el mundo para que venga a la plaza de toros de Jaén y vea algo que les va a encantar y no van a olvidar”, afirma Paco Martos en referencia a su propuesta.
Las entradas están a la venta en las taquillas de la plaza de toros y en la web www.tauroemocion.es. Su precio es de quince euros y de diez para los menores de quince años. Los abonados a la feria taurina de San Lucas 2023 tienen un descuento especial y el coste es de doce. “Desde muy joven he estado siempre rodeado de caballos, me formé como jinete y comencé a competir en la modalidad de doma vaquera y doma clásica. Después me puse a domar caballos por mis propios medios y un día decidí crear el espectáculo que realizo en la actualidad”, comenta Paco Martos, quien subraya que durante su espectáculo se combinan la presencia y el movimiento de los caballos con el ritmo de la música. Eso genera un resultado que, a juicio del domador, supone “lo más bonito del mundo”.