Otro asalto para que la RAE incluya el aceite virgen extra

El CES y la UJA pedirán una reunión con el director de la Academia

22 ago 2019 / 11:19 H.

Un nuevo paso para que cualquier persona que consulte el diccionario de la Real Academia Española tenga un mejor conocimiento sobre el aceite de oliva virgen extra. El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados y presidente del Consejo Económico y Social de la provincia (CES), Manuel Parras, solicitará el próximo mes de septiembre, junto con el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, un encuentro con el director de la RAE. El objetivo de la reunión será doble, según explica Manuel Parras.

Por una parte, le presentarán un escrito de agradecimiento por los cambios acometidos por la institución en las definiciones de aceite de oliva y aceite de oliva virgen. Así, en el primer caso, se pasó de “Líquido graso de color verde amarillento, que se obtiene prensando las aceitunas” a “Aceite obtenido de las aceitunas”, mientras que en el segundo, con las propuestas aceptadas, cambió de “Aceite de oliva obtenido por primera presión en frío” a “Aceite obtenido directamente de las aceitunas y solo por procedimientos mecánicos”. “Se trataba de definiciones confusas y que estaban desfasadas, por lo que el arreglo nos parece muy correcto”, puntualiza Manuel Parras.

Pero quedó pendiente una segunda parte, que pasa por la inclusión del aceite de oliva virgen extra, conocido por su acrónimo de AOVE, entre las diferentes categorías, para así también favorecer su comercialización. Y ese será precisamente el segundo objetivo del encuentro: solicitarle que se incorpore el término que hace referencia al oro líquido de mayor calidad, en cuya elaboración se realizan más esfuerzos pro parte del agricultor. “No tiene sentido que el producto de mayor calidad no tenga traslado en la RAE, cada vez más consultada y que sirve de referente para muchas personas”, indica Manuel Parras.

Y es que, como ya apuntó en el escrito que se remitió a la Real Academia Española cuando se inició el proceso, en 2016, a propuesta de ambas instituciones, además de argumentar lo poco apropiado de las anteriores denominaciones al inducir a confusión a los consumidores, se hacía referencia a que uno de los principales retos que el sector oleícola tiene por delante es que las personas dispuestas a comprar distingan entre los distintos aceites de oliva y conozcan sus elementos diferenciales. “Una cuestión que no es menor, puesto que esta confusión perjudica los esfuerzos que en calidad se realizan, desde hace muchos años, por parte de los oleicultores jiennenses”, apuntó. También consideró fundamental conseguir que los propios productores sepan los tipos de aceites de oliva y sus elementos diferenciales, puesto que, concretó, sucede que pocos lo saben: “Necesitamos que los productores sean los primeros embajadores de los aceites de oliva”.

Por su parte, el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, ya manifestó que consideraba positiva la actualización en los términos acometida por la RAE, puesto que, a su juicio, contribuirá a mejorar el conocimiento que se tiene sobre los aceites de oliva por parte de los consumidores y favorecerá, de esta manera, su comercialización. Pero también consideró la necesidad de inclusión del aceite de oliva virgen extra: “La Universidad de Jaén, junto al CES provincial, seguirá trabajando en esta línea, así como en otras iniciativas que ayuden a mejorar la competitividad del tejido empresarial del sector oleícola en nuestra provincia”, aseveró cuando se produjeron los cambios.

Una amplia adhesión del sector oleícola a la iniciativa planteada

Manuel Parras reconoce que las actualizaciones en las definiciones de aceite de oliva y aceite de oliva virgen han supuesto un proceso bastante largo. “Iniciamos la petición en 2016, y en un principio la respuesta de la Real Academia Española no fue favorable a esos cambios. Aun así, hace unos meses me encontré la sorpresa, al realizar una consulta, de que se habían realizado estas modificaciones”, apunta. En ese transcurso, tres años desde que el Consejo Económico y Social y la Universidad de Jaén remitieron la carta a la RAE en la que se reflejaban sus anhelos, las organizaciones agrarias se adhirieron a esta petición. De esta forma, la iniciativa ha contado con el respaldo unánime de Asaja, UPA y COAG, aunque también de Cooperativas Agroalimentarias o de Infaoliva. También, subraya Parras, incluso se sumaron Ayuntamientos de la provincia. Y es que, en definitiva, se trata de una modificación en el lenguaje que puede tener sus consecuencias positivas en una economía provincial que se basa fundamentalmente en la producción de “oro líquido”, en el que muchos han puesto grandes esfuerzos con el objetivo de que el producto se diferencie del resto en términos de calidad.