Nuevo incendio en la zona chabolista de Los Rosales

Un susto. Así se pudo definir el segundo incendio que tuvo lugar ayer en el asentamiento chabolista ubicado en el polígono industrial de Los Rosales. Este es el segundo incidente que ocurre en este lugar en menos de diez días, dado que el pasado 24 de marzo tuvo lugar un fuego que calcinó gran parte de la zona. De ahí que ayer los efectivos de los bomberos solo tuvieran que sofocar las llamas en varias casas, así como restos de basura. El poblado del Bulevar estaba abandonado y solo hubo daños materiales.

El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento intervino tras el aviso, a las 11:19 horas, en la parcela ubicada en la zona norte de la capital. La información transmitida al Parque de Bomberos hablada de que se trataba de un incendio de tipo industrial, por lo que, hasta el lugar de los hechos, se ha desplazado una bomba urbana pesada, una bomba nodriza pesada y un vehículo autoescala, con una dotación de nueve bomberos. Ya sobre el terreno, los agentes han comprobado que no había afecciones de este tipo. Para sofocar y controlar la propagación del fuego, por lo tanto, solo ha sido necesaria la presencia de la bomba urbana pesada y su equipo, con lo que el resto de vehículos y personal regresó a la base.

PRECEDENTE. El anterior incendio tuvo lugar el pasado 24 de marzo, cuando varias llamadas alertaron al servicio 112 de un fuego con una gran columna de humo en esta zona cercana al barrio de Expansión Norte.

En aquella ocasión, se desplazaron seis efectivos de bomberos y agentes de la Policía Local y Policía Nacional. Precisamente los bomberos fueron los primeros en llegar tras divisar desde la torre del parque el humo del incendio y situarlo en este asentamiento en el que ya han tenido que intervenir en otras ocasiones. El fuego ha afectado a unas cuatro chabolas de las ocho que aún se mantienen en pie. El asentamiento por aquella fecha ya estaba vacío dado que a finales del pasado mes de enero cuando agentes de la Policía Local, en coordinación con funcionarios de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, acudieron a este asentamiento para comunicarles que tenían una semana de plazo para su desalojo.

Desde entonces, el asentamiento se fue vaciando poco a poco. Las personas que utilizaban este enclave eran ciudadanos de la Unión Europea, por lo que no cabía contra ellos orden de expulsión del país, y tampoco había menores en situación de desamparo.

Con estos dos sucesos, la parcela están prácticamente calcinada después de que esta zona registra una gran cantidad de población durante los últimos meses. Ahora, solo quedan restos y cenizas de lo que en su día fue un punto de encuentro de la inmigración en la capital.