Nueva imagen para un emblema

El nuevo quiosco dinamizará y revitalizará el céntrico Parque de la Concordia

18 ene 2017 / 11:34 H.

Son 176 metros cuadrados de suelo enclavados en un lugar estratégico de la capital. Todo un emblema para los jiennenses, un servicio público con “trending topic” de visitas, pero de las reales, las que se producen entre amigos, entre compañeros y entre familias. El quiosco del Parque de la Concordia salió a concurso, el año pasado, después de expirar la concesión municipal. Cuatro empresas pujaron por él hasta que consiguió su propósito un restaurador con trayectoria en la hostelería. Se trata de Juan Luis Aceituno Valdivia, quien emprende un proyecto en solitario que pretende revolucionar el sector. El aspecto que tendrá el remodelado bar, a partir del próximo mes de febrero, sorprenderá por un estilo que a nadie dejará indiferente.

De líneas repletas de sobriedad y elegancia, destacará por un aspecto diferente y moderno, sin perder la esencia del sitio en el que se encuentra. El quiosco, utilizado como bar y cafetería hasta hace unos meses, está situado en el gran espacio verde que ideó Luis Berges en su Plan de Ensanche de 1927. Justo en el corazón de la ciudad.

El proyecto está diseñado por el conocido estudio de arquitectura de Ramón Cuenca, en estrecha colaboración con María Jesús López, de Actualia. Como se puede apreciar en la imágenes de arriba, grandes ventanales imperarán en el exterior de un edificio singular en el que el contacto con la calle es su principal seña de identidad. Un salón diáfano destacará en su interior. Sin duda, un diseño que contribuirá al embellecimiento de una zona que recoge la tradición de los viejos parques decimonónicos, con coníferas, hoja caduca y perenne.

La renovación integral de tan representativo quiosco se suma al plan de remodelación de uno de los espacios públicos con más historia de la capital, con el arreglo del Paseo de las Bicicletas, la renovación del parque infantil, la demolición de los viejos aseos y la mejora de la vegetación.

explotación. Juan Luis Aceituno se encuentra muy ilusionado con una iniciativa en la que ha tenido que emplear una fuerte inversión. “Merecerá la pena”, admite. Tiene una concesión de cinco años, prorrogable por el mismo periodo hasta un máximo de veinte, por lo que aprovechará al máximo las bondades de su emplazamiento para ofrecer al cliente un servicio exclusivo y, además, con precios asequibles. Estará abierto todos los días de la semana, desde las siete de la mañana hasta las dos de la madrugada. En principio, serán catorce los puestos de trabajo que generará, que irán en incremento a medida que la explotación hostelera funcione. Terraza en invierno y en verano, desayunos, almuerzos y cenas. “Mi intención es cumplir con una función de venta a la calle”, subraya. Este hostelero, conocido por su vinculación al restaurante La Vestida, adelanta que habrá una carta amplia de entrantes, carnes y pescado para compartir. El proyecto incluye medidas de eficiencia energética y un diseño de vanguardia.